Sacerdote, fundador de Padrinos Asturianos

David ORIHUELA

Afirma que no se lo merece, pero más de medio centenar de personas rindieron ayer homenaje al padre José Pérez, fundador de la asociación Padrinos Asturianos, con la que ha logrado sacar de la miseria a cientos de niños colombianos que gracias a la organización han podido recibir una educación. Hubo misa en San Juan el Real y comida en el Centro Asturiano, todo para agradecer el trabajo a un hombre que a sus 85 años volverá en un mes a Cali (Colombia), para seguir ayudando a los niños más necesitados.

-¿Cómo empezó su labor solidaria?

-Cuando me jubilé conocía los problemas de los niños en Colombia, así que organicé Padrinos Asturianos. Para ello conté con muy buenas personas en Colombia, España y Estados Unidos. Cuando me vine a Asturias, después de jubilarme, vi que aquí eran todo facilidades, pero yo me sentía vacío y pensé en todos aquellos niños. Así que volví a Colombia.

-Y ahora, cincuenta años después de su llegada a Colombia para trabajar, le rinden homenaje sus amigos y colaboradores.

-Yo no tengo mérito ninguno, he obtenido mucho más de lo que he dado. Cuando uno de esos pequeños que estaban tirados en la calle y ahora tienen una educación me da un abrazo se me llena el alma.

-¿Los niños de «Barrio Oviedo»?

-Lo primero que hicimos fue fundar un centro de formación para hijos de trabajadores analfabetos, con capacidad para 4.200 personas. Frente al centro había unos terrenos que logré que me vendieran baratos, y así fundé «Barrio Oviedo», donde viven más de 800 niños.

-¿De dónde saca las fuerzas para seguir con su tarea pese a tener 85 años?

-En unos días regresaré a Colombia. Tengo que volver, porque soy muy infantil. Lo único que tengo que hacer en la vida es dar educación y vivienda a estos niños.

-¿Qué le empuja a cruzar de nuevo el Atlántico?

-Quiero hacer allí algo parecido a Asturias. Por ahora hemos hecho Oviedo y quiero hacer todo lo que hay aquí. A 500 metros de «Barrio Oviedo» ha surgido un barrio de invasión.

-¿Y eso qué es?

-Es una zona en la que viven personas que han llegado desplazadas, recogen ladrillos rotos, maderas y lo que pueden y se construyen sus chabolas.

-¿Y qué quiere hacer usted?

-En ese barrio hay 400 niños tirados en la calle, y noto que me están llamando para que les saque de allí. Quiero que Oviedo y toda Asturias me ayude a que aquellos niños no se mueran de hambre.

-¿Es ésa la verdadera Iglesia?

-A veces discuto con otros curas. Yo siempre digo, y lo decía cuando oficiaba misa, que hay un camino seguro para ir al cielo. Cuando Jesús vio a los niños desharrapados corriendo por Jerusalén, dijo: «Lo que hicierais por uno de estos niños lo hacéis por mí». En mi opinión, ésta es la verdadera oración que llena el alma.

-¿Cómo ha sido la evolución de los niños apadrinados desde Asturias?

-No sólo hay padrinos asturianos, sino también en Colombia, Estados Unidos, Madrid, Badajoz... Aunque sí es cierto que el corazón está en Asturias. Muchos de ellos ya han acabado sus estudios y han empezado a trabajar.

Los voluntarios, colaboradores, padrinos y madrinas de la asociación Padrinos Asturianos, creada por el padre José Pérez, organizaron ayer una serie de actos de homenaje al sacerdote. El colofón lo puso el cantautor vaqueiro Rafa Lorenzo, que ofreció un concierto a las ocho de la noche en el teatro Filarmónica. En la imagen, un momento de la sesión con la que Oviedo cerró una jornada dedicada al padre Pérez.