Lucía GAYO

Con el paraguas en la mano salieron ayer los vecinos del pueblo ovetense de Anieves en procesión con San Roque, porque a pesar de la lluvia no querían que el santo se quedara sin su paseo por las calles del pueblo.

A las doce y media de la mañana comenzaba el pasacalles por el pueblo ovetense, que estuvo amenizado por la Banda de Gaitas «Ciudad de Oviedo». Poco después, a la una menos cuarto de la tarde, San Roque fue sacado en procesión desde la carpa de la fiesta y llevado por las calles de la localidad, hasta la una de la tarde, hora aproximada en la que empezó la misa en su honor.

Aunque la lluvia fue la gran protagonista del día, no impidió que a las dos de la tarde se celebrara la tradicional sesión vermut en la carpa de la fiesta.

Con la noche ya entrada, a las diez y media, tuvo lugar el segundo homenaje a la socia y a el socio mayor, donde se reconoció a los socios más veteranos de la comisión de fiestas de Anieves. A las once se celebró la tercera verbena de estas fiestas de San Roque. La nota musical de la noche fue puesta por la orquesta «Luna de Miel», que divirtió a los asistentes hasta altas horas de la madrugada.

Tras un fin de semana intenso de festejos, hoy terminan las fiestas de San Roque en Anieves con el reparto del bollo y de la botella de vino para todos los socios y colaboradores, que será a las siete de la tarde. La orquesta «Luna de Miel» cerrará las fiestas de San Roque.

En San Claudio también continúan celebrando los festejos en honor de este santo. Tras una jornada protagonizada por la lluvia, los juegos infantiles y la verbena, las fiestas llegan hoy a su fin. Al igual que en Anieves, terminarán con el reparto del bollo y de la botella de vino, y con la última verbena de las fiestas.