Expectación, ilusión y mucha curiosidad por las puestas en escena vanguardistas. Así recibieron los aficionados a la ópera el inicio de esta temporada, que se inauguró ayer con una clásica verdiana, "Otello". El cartel trae algunas de las representaciones más clásicas, pero también incluyen dos óperas cortas que por primera vez se escenificarán en Oviedo y sobre las que hay muchas incógnitas.
No ocurre lo mismo con el esperado regreso a escena del barítono Carlos Álvarez, tras su enfermedad; ni la deseada actuación de la soprano Amarilli Niza en su gran papel, Madame Butterfly, con el que triunfó recientemente en el teatro romano la Arena Verona. Los amantes de la ópera también valoraron la presencia, en la quinta función, de jóvenes promesas.
La ópera en Oviedo atrae en cada temporada a aficionados de distintas partes de España. Un ejemplo de ello fueron ayer dos parejas de Santander: Ricardo Solana y Maira Quintero, y Miguel Pellón y Victoria García, que en los últimos años no se quieren perder las representaciones en el teatro Campoamor. Este año se conforman con que tengan la misma calidad que en la pasada temporada.
Ramón García Cañal, vicepresidente de la Asociación Lírica Asturiana, destacó que "hay cuatro títulos clásicos del repertorio que le puede gustar a todo el mundo, y dos óperas cortas que Strauss y Bartók que se estrenan en Oviedo, con la lógica incógnita; pero que en cinco títulos haya una apertura a funciones distinta entra dentro de los márgenes de la normalidad".
Para el médico ovetense Jaime Álvarez-Buylla esta temporada se presenta "muy interesante no sólo por las funciones, sino por los cantantes, igual que los directores, que son muy buenos, igual que la orquesta. Creo que va a ser una temporada muy digna y creo que todos los aficionados saldrán satisfechos".
Alicia Laspra, profesora de Filología Inglesa de la Universidad de Oviedo, espera "calidad musical, escena aceptable y sobre todo que no me lo hagan pasar mal con las modas vanguardistas". De hecho duda si irá a la función del "Barbero de Sevilla", aunque puntualiza que "una cosa es una puesta en escena moderna y otra, desagradable".
El también profesor de la Universidad ovetense José Luis Prado espera sobre todo de esta temporada que le emocione y que le siga gustando lo suficiente "para seguir disfrutando de la ópera, a la que asisto desde que tenía 15 años con la ilusión del primer día". Considera que los ovetenses son afortunados por poder disfrutar de la ópera.
A la función de ayer acudieron personas del espectáculo, como el promotor Aquiles García Tuero; del deporte, como Joaquín del Olmo, director deportivo del Real Oviedo, y defensores de la ópera a ultranza como Jaime Martínez y Jaime Álvarez-Buylla.
