El gobierno local (Somos, PSOE e IU) quiere darle un impulso al cine en la ciudad. La concejalía de Cultura, dirigida por el edil de IU Roberto Sánchez Ramos, "Rivi", trabaja actualmente en dos direcciones. Por un lado está estudiando la posibilidad de abrir una sala de cine en versión original en el Palacio de Congresos de Calatrava, que sería gestionada directamente por el Ayuntamiento. Y, por otro, negociará con varios empresarios privados la vuelta de las salas comerciales de cine al centro de la ciudad. Las últimas salas que quedaban en el centro de Oviedo fueron las del cine Brooklyn, situado en la calle General Zuvillaga, y que cerró el 18 de febrero de 2007, hace más de nueve años. "Ha sido un gran error histórico facilitar las salidas de las salas comerciales de Oviedo hacia los centros comerciales. Dejar una ciudad sin cine es dejar una ciudad sin alma. La gente tiene que volver a poder ir andando al cine", aseguró ayer Sánchez Ramos.

El edil comunista lanzó la propuesta de abrir la sala en el Calatrava ayer por la mañana durante una rueda de prensa en el Ayuntamiento. Se trata de una idea que está madurando el área de Cultura pero con la que el edil está "absolutamente de acuerdo". El plan del tripartito es habilitar "de forma permanente" una sala con capacidad para "300 o 400 personas" y proyectar películas en versión original destinadas a "todos los públicos". Para ello tendría que hacerse una inversión para la compra de un proyector y una pantalla. La gestión sería del Ayuntamiento, que facilitaría, "con precios populares", la asistencia de público. Actualmente, la oferta en versión original se limita a las contadas sesiones que proyectan en el único centro comercial de la ciudad donde hay salas cinematográficas. Sánchez Ramos admitió que aún no se han sentado a hablar de los contenidos que se podrán visionar en el Calatrava porque lo hará "una vez que se tenga aprobado el presupuesto de la Fundación Municipal de Cultural". Además, anunció que, para este proyecto, se reunirá con los representantes de "institutos, colegios y asociaciones" con el objetivo de abordar la idea, que cree que podría ayudar a revitalizar barrios como el de Buenavista o El Cristo.

La idea, en principio, sería proyectar una película a la semana, que podría ser los jueves, aunque insistió en que estos detalles se matizarán más adelante y tampoco se descarta una periodicidad mayor. "Oviedo es un municipio que ama el cine. Y, por tanto, tenemos que hacer un gran esfuerzo desde la cultura pública para marcar un arcoiris que vaya desde el cine de arte y ensayo hasta el programas de vanguardia", afirmó Sánchez Ramos a este periódico.

El edil de Cultura aseguró, por otra parte, que está trabajando para recuperar las salas de cine privadas en el centro de la ciudad. La idea de su concejalía es mediar con empresarios privados para facilitar el regreso de las salas. "Nuestra responsabilidad es tratar de aumentar la oferta para que la gente pueda ir al cine caminando, sin utilizar el vehículo privado", dijo Sánchez Ramos, que señaló que, pese a eso, "Oviedo es una de las ciudades que más ciclos de cine públicos tiene" con "uno los lunes y otro los miércoles" en el Filarmónica y que cuentan con un "60 o 70 por ciento de ocupación" de la sala.

Las salas privadas de cine desaparecieron en la primera década de este siglo del centro de la ciudad. El goteo de cierres fue casi continuo: los cines Ayala, Real Cinema, los Minicines, los cines Principado, los cines Clarín y los Brooklyn, que fueron los últimos en echar el candado un domingo de 2007. Las últimas películas emitidas en estas salas fueron "El laberinto del fauno" y el "Motorista fantasma".