Azucena Flórez González convirtió su pasión, en su profesión. Y la verdad es que, como ella misma afirma, cuantos más años van pasando más sigue disfrutando de cuanto hace a la hora de ponerse delante de los fogones, tanto en la cocina del colegio Amor de Dios, en Oviedo, donde ya lleva 26 años como profesional alimentando sabiamente a niños y a mayores, como cuando lo hace en su casa, para la familia y los amigos.
Nació en Blimea y tiene excelentes recuerdos de su infancia y adolescencia en su tierra natal. Antes de casarse con Pedro a los 25 años e instalarse en Oviedo, también finalizó sus estudios como auxiliar administrativo en Soto del Barco. Sin embargo su futuro, su vida y su profesión, iría por otros derroteros: la cocina. Su madre Magdalena fue una de sus grandes maestras además de su suegra, María Luisa, que también y a decir de Azucena, era también una gran cocinera. Echando la vista atrás, hacia su infancia, recuerda Azucena "que en casa de mis padres no faltaba un día LA NUEVA ESPAÑA. Desde bien pequeña recuerdo ver el periódico en casa. Lo dos, pero sobre todo mi madre, era una gran lectora y ya en el desayuno lo tenía en la mesa. Ahora en mi casa sucede lo mismo, es nuestro periódico".
Tras trabajar en establecimientos hosteleros y en constante formación y reciclaje por empeño personal, se afianzó como cocinera en el colegio Amor de Dios, donde ya lleva 26 años dando de comer a niños de todas las edades además de al personal de la institución. "Me gusta mucho lo que hago. Aunque no lo creas yo conozco a todos mis niños, e incluso sé qué les gusta más y menos a cada cual. Eso si, para mi es muy importante tanto cocinar rico y con los nutrieres necesarios para una buena alimentación, como la presentación del plato. Soy muy exigente conmigo misma. A los niños les gusta mucho, por ejemplo, el arroz con tomate o todo tipo de potajes y cocidos como unas buenas lentejas o unos garbanzos", señala.
Coleccionista de numerosos libros de cocina esta entrañable cocinera añade que "la repostería es una de mis pasiones. Me encanta. Mi vicio es hacer frixuelos, flanes, casadielles, de todo. A mi marido la tarta que más le gusta es la de melocotón mientras que mi hijo Alejandro prefiere el bizcocho relleno de crema pastelera. En cuanto a mi, es que me gusta todo. Entre mis amigos triunfo también con la tarta de almendra, que es otra de mis especialidades", señala sonriente.
Tanto ella como su marido gustan de salir de ruta por Asturias y conocer pueblinos y comer en lugares con encanto. Ella, además, también tiene otra afición, las manualidades. En cuanto al barrio en el que viven, La Corredoria, dice que ha evolucionado para bien. "Desde que vinimos a vivir aquí a hoy cambió muchísimo. Estamos bien comunicados y además hay de todo. Nos gusta mucho vivir aquí", afirma Azucena que, a renglón seguido, dice con ilusión que una de las cosas que más le gusta hacer "es irme con los niños de campamento de verano a León. Trabajas, si, pero también te diviertes mucho".
