Guillermo Heras: "El Santo Sudario se conserva en la Cámara Santa de forma magnífica"

El experto en sindonología opina que la "óptima preservación" del lienzo, encapsulado desde 2014, pasa impedir su contacto con el oxígeno

Guillermo Heras.

Guillermo Heras. / Luisma Murias

El Santo Sudario está a buen recaudo. Y por mucho tiempo. "El lienzo se conserva en la Cámara Santa de forma magnífica", explica el especialista y promotor del equipo de investigación del Centro Español de Sindonología (EDICES), Guillermo Heras. El experto, que dirige el congreso "El Sudario de Oviedo y el Origen del Camino de Santiago" de los próximos días 23 y 24 de mayo, cree que la protección de la reliquia solo carece de un factor para una preservación "óptima": la anoxia, es decir, impedir que el oxígeno entre en contacto con el lienzo. "Todavía entra algo en esa urna y lo idóneo sería que fuera cero", señala.

Con la propuesta de Heras, el blindaje sería prácticamente total y similar al que recibe la Síndone de Turín. Uno de los objetivos del estudioso y de su equipo de investigadores del sudario es que pierda la menor cantidad de información posible, algo que ha ocurrido "con certeza" desde que el lienzo llegó a la capital de Asturias hace centurias. Pero hay niveles y niveles. "La palabra información tiene un significado en el siglo XXI muy diferente y se mide distinto que hace mil años. Para nosotros perder unos bits de información puede ser un mundo". También indica que la tela ha sido escaneada, lo que permite realizar muchos trabajos sin manipularla ni degradarla.

Enlazando con ese posible deterioro, y ante el alarmismo levantado en los últimos días por unas informaciones que vinculaban su deterioro con hongos, Heras explica que el lienzo no corre ningún peligro. Reitera: "El Sudario está más cuidado que nunca". Especialmente desde 2014, año en el que la sagrada tela fue encapsulada.

El hallazgo de pruebas microscópicas de la existencia de un hongo se remonta al año 2012. Tiene relación con la datación que se realizó, mediante la prueba de Carbono 14, a principios de la década de los 2000. Los resultados se presentaron en el II Congreso Internacional sobre el Sudario de Oviedo y situaron como fecha origen de la reliquia el siglo VII.

"El carbono 14 es un proceso que en los lienzos da resultados irregulares. Hay diferencias de unas partes a otras de la pieza y son muy sensibles a la contaminación", relata Heras, ya que el resultado les pareció "incoherente" con otros datos de los que disponían. Ello propició un estudio más pormenorizado para encontrar respuestas ante el resultado.

En 2012, tras cinco años de investigación, el ingeniero químico y microscopista Felipe Montero halla la presencia en el lienzo de un hongo de la variedad Cladosporium. Es un género que engloba algunos de los mohos interiores y exteriores más comunes y lo localiza a nivel microscópico. El agente, al parecer, se alimenta de la celulosa del lino "muy, muy lentamente", detalla Heras, "inapreciable a la vista", pero aconseja la citada anoxia. Admite que desconocen desde cuándo podría estar ahí. "Perfectamente puede llevar siglos actuando", expone.

Volviendo a los resultados de las pruebas de Carbono 14, manifiesta que el hongo no es responsable de la "incoherencia" del resultado que señaló al siglo VII. El carbono amorfo –restos de materia añadidos a lo largo de los siglos– son los responsables. "Procede de la contaminación ambiental, como la combustión incompleta de lámparas de aceite y cosas de ese porte. Son añadidos de materia orgánica que no responden a la edad original del lino. Cuando esa contaminación es muy profunda no se puede limpiar", concreta.

En el foro que preparan en Oviedo abordarán en profundidad la cuestión de la conservación, entre otros muchos. "Por edad nos estamos despidiendo de estos estudios y mi gran interés es dejar a las generaciones venideras este testigo en las mejores condiciones", desea el experto en sindonología.

Por último, Heras expresa la alta estima que tiene a los esfuerzos que se realizan en Oviedo por mantener al Santo Sudario en las mejores condiciones. Ensalza la labor del deán, Benito Gallego, del Cabildo y del arzobispo, Jesús Sanz Montes. "Gracias a ellos ha mejorado muchísimo su conservación".

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