"Soy un delincuente, sí, pero buena gente". Así se defiende Saúl R. P., el conductor que el martes fue detenido en Las Vegas (Corvera) tras huir de la Policía Local de Oviedo en una persecución de media hora en la que alcanzó velocidades de hasta 214 kilómetros por hora. Unas prisas que justifica porque "llevaba 5 'pollos' -gramos de cocaína- encima, luego los tiré por la ventanilla". De estos hechos se jactó ayer por la mañana antes de entrar al Juzgado de guardia, donde conoció que el fiscal le pide un año de cárcel por un delito contra la seguridad del tráfico.

El hombre, vecino de Gijón y con familia en Luarca, que se encuentra en libertad vigilada y con numerosos antecedentes, restó importancia a las consecuencias legales que le pueda traer la fuga iniciada en la plaza de la Cruz Roja e incluso narró, como si de una gesta se tratase, su papel al volante. "Me picaron a la ventanilla y dije: '¿Cómo?', a mi no me pilláis", relató el hombre que también sacó pecho por la potencia de su vehículo. "Mi coche -un BMW serie 3 de color negro- vuela y las motos de la policía no valen para nada", señaló, dejando claro que le pillaron por los pelos. "Si no me llego a confundir de calle no me cogen ni de coña", sostiene, a la vez que achaca su conducta a problemas familiares. "Soy delincuente desde niño porque pertenezco a una familia desestructurada que me hizo así", apunta para luego apuntar que no es la primera vez que protagoniza este tipo de incidentes. "En San Mateo ya me estrellé en La Corredoria por ir en malas condiciones", espetó en la sala de espera del Juzgado ante varios testigos.Alcohol

Las declaraciones del acusado tuvieron lugar justo antes del juicio rápido fijado para la mañana de ayer en el que la defensa, a cargo de la abogada de oficio Amparo Morán, rechazó aceptar la condena propuesta por el fiscal para evitar el ingreso inmediato en prisión del acusado. "Trataremos de demostrar que las pruebas determinaron niveles más bajos de alcohol", explicó la letrada, aferrándose a las pruebas en sangre de cara al juicio penal previsto para el próximo jueves al mediodía.

La defensa confirmó también que su cliente dio positivo por benzodiacepinas, sustancia utilizada en medicamentos psicotrópicos que sirven como calmantes y para tratar las depresiones. Positivo que reflejaron los análisis que se le practicaron el martes por la noche en el HUCA, justo antes de ser puesto en libertad. "Será un aspecto que tendremos en cuenta para pedir la libre absolución", anunció Morán.

Por otro lado, el conductor mostró su preocupación por recuperar su vehículo, que se encontraba en el depósito de Oviedo, aunque se congratuló por tenerlo cerca del Juzgado. "Es un chollo porque por el mismo precio que me costaba dejarlo allí, me lo trajeron hasta aquí", señaló para luego anunciar que recurriría a un amigo para recuperar el coche, al no permitirle la justicia recogerlo por tener retirado el carné de conducir.

Sus explicaciones incluso llevaron al personal de los Juzgados a pedirle que bajara el tono, mientras otros que le escuchaban a la espera de sus trámites no podían contener las carcajadas ante la espontaneidad con la que el hombre relataba todo lo sucedido. "¿Sabéis que soy el que salió en el periódico?", le preguntó a unas chicas que esperaban para declarar como testigos en otro juicio.

Junto al acusado, asistió al Juzgado su pareja, V. B. M., también vecina de Gijón, que reconoció haber agredido a los policías locales de Corvera, pero en defensa propia. "Un agente con casco le metió en un portal para pegarle y yo me revolví", señala la mujer, que finalmente no fue denunciada por los agentes municipales, pero ella no descarta emprender acciones legales. "Se les va a caer el pelo porque le esposaron, le tiraron al suelo y le pisaron la cabeza, y no hay derecho a eso", amenazó muy enfadada por el trato recibido ante un acción que considera "un acto de rebeldía".