El Ayuntamiento de Oviedo continuará la batalla legal para demostrar que no puede otorgar licencias a los pisos turísticos. El concejal de Urbanismo, Ignacio Fernández del Páramo, anunció ayer que recurrirán el fallo que anula la denegación de la licencia a una vivienda vacacional "por instrucciones de la abogacía consistorial", aunque mostró su disposición a buscar un marco legal que permita regular este tipo de figuras de alojamiento surgidas a raíz de un decreto autonómico de 2016.

El gobierno municipal insiste en la imposibilidad de poder otorgarla licencia de actividad precisa para culminar los trámites para la inscripción en el registro regional de viviendas de uso turístico. "No podemos dar licencia en este caso concreto porque va contra del planeamiento urbano", indica el concejal, a pesar de que el fallo del juzgado de lo contencioso administrativo número 3 de Oviedo señala que lo que va contra la normativa, incluida la europea, es la negativa municipal a tramitar el permiso.

El Consistorio confía en que la segunda instancia les dé la razón, pero en caso contrario están dispuestos a colaborar para dar cumplimiento a las decisiones judiciales. "Si los jueces entienden al final que el demandante tiene razón, aprovecharemos la revisión del plan general para encajar este tipo de viviendas", explica Fernández del Páramo, desmintiendo que el de Oviedo sea el único Ayuntamiento con problemas en esta materia. "Este tipo de viviendas en otros lugares también generan problemas", declara.

La intención municipal de buscar una solución para los alrededor de 300 propietarios de la ciudad que no pueden regular sus viviendas turística va acompañada, no obstante, del deseo del tripartito de no dar manga ancha a estos alojamientos al alza. "Seremos muy rigurosos con este tema, ya que hay zonas de la ciudad en las que peligraría el uso residencial ante el uso abusivo de actividades turísticas", avisa el concejal de Somos.

Actualmente sólo hay dos viviendas turísticas en Oviedo registradas por el Principado. Se trata de las únicas que cumplen con la normativa de hostales y pensiones, a la que el Consistorio trata de derivar las peticiones de licencias por falta de una normativa específica. El problema es que esta norma sólo deja acogerse a pisos ubicados en plantas bajas o primeras plantas, excluyendo todas demás.

Una treintena de propietarios trataron sin éxito de conseguir la licencia, a los que hay que añadir alrededor de 270 pisos más que están anunciados en plataformas de internet, pero que a día de hoy estarían fuera del marco legal para viviendas turísticas.