La trayectoria no era mala, ni mucho menos. Acumular nueve jornadas sin perder en la competitiva Segunda División es un bagaje meritorio, pero también es cierto que la sucesión de empates había hecho que los perseguidores por las primeras plazas se acercaran demasiado. El Oviedo tenía el camino marcado, nunca ha habido dudas sobre el estilo, pero solo faltaba que la dinámica volviera a ser favorable. Un pequeño empujón de fortuna. Llegó ante el Tenerife con una actuación que sin ser brillante sí rescató la versión más sólida del Oviedo: un equipo que defiende con orden, no pierde la compostura y saca petróleo del rendimiento de sus delanteros.

Los tres puntos llegan con efectos revitalizadores para el vestuario, que ven refrendadas las buenas sensaciones con resultados. "La victoria fue merecida. Hay que valorar el trabajo que hizo el equipo y que lo dimos todo en el campo", defiende Bautista, que opta por la visión más gremial, la más trabajadora. Aunque admite que solo faltó sentenciar el choque: "Lo importante es que siempre tenemos ocasiones, aunque no tuvimos la suerte de cara. Sería más preocupante no disfrutar de oportunidades". Míchel coincide con su compañero. "Llevábamos varios empates y lograr los tres puntos nos da vitalidad. Nos tocó sufrir hasta el final pero nos vaciamos", señala el centrocampista. "Atrás conseguimos cerrar bien y arriba la gente estuvo acertada. Eran tres puntos básicos", añade.

Tan básicos que devuelven al Oviedo a la mejor posición que ha ocupado hasta ahora en la temporada. Los de Egea son terceros, a un punto del ascenso directo y a cinco del líder, el Alavés. La ventaja es de tres puntos respecto al séptimo, Osasuna, el primer equipo fuera de las posiciones de play-off.

Pero además del impulso en el ánimo, el triunfo sirve para corroborar una sensación que se ha visto toda la temporada: el Oviedo es un bloque compacto. Tanto, que las bajas apenas se notan. Egea introdujo algunas pinceladas en su once. Algunas eran obligadas: la pareja de pivotes se estrenó por las ausencias en esa línea. Otra fue voluntaria: Dani Bautista en el lateral izquierdo en lugar del hasta entonces indiscutible (había disputado todos los minutos de Liga) Peña. El domingo, todos los detalles encajaron perfectamente.

"El año no está siendo sencillo y siempre echas de menos jugar. Yo quiero aportar donde sea, como lateral o central", indica Bautista que solventó un buen partido en el flanco izquierdo de la defensa. La actuación de Míchel también resultó impactante. "Tardé un poco en entrar en el partido pero cogí ritmo con la pelota. Al descanso dije que estaba bien pero el límite estaba cerca. Le comenté al entrenador que aguantaría hasta darlo todo", relata el valenciano. "Queda claro que tenemos una plantilla amplia y que todo el que juega cumple. A todo el mundo le llega su oportunidad", reflexiona Bautista.

Esta semana, de cara a la visita a Girona, a Egea se le acumulan los debates internos. El primero que debe resolver es el de elegir la pareja de medios centros. Erice y Bedia están disponibles después de cumplir su partido de sanción, pero la buena actuación de Míchel y Rivera les hace tener opciones de repetir. Además está Vila, ya a pleno rendimiento. El gallego también puede optar al once como central, en la plaza que queda libre por la sanción de Verdés. Otro que puede ser zaguero central es Bautista como ya ha demostrado esta campaña.