Fernando Hierro sorprendió alineando cinco defensas en el Tartiere, en un once en el que las mayores novedades fueron la presencia de Vila, Costas y Diegui.

El Oviedo inició bien el partido, con intensidad y elaborando las jugadas con criterio y llegando al área contraria con rapidez. A los siete minutos, el Oviedo se adelantó en su primera ocasión, tras una buena combinación que finalizó con un centro desde la izquierda de Varela y un remate de chilena de Toché que acabó en el fondo de la red.

El gol, en lugar de dar seguridad y tranquilidad a los azules, hizo el efecto contrario. El equipo dio un paso atrás, dejó la posesión al Mallorca y se fue diluyendo poco a poco. Los mallorquinistas tenían el control del juego, pero les faltaba profundidad para sorprender y generar claras ocasiones de gol.

El Oviedo apenas tenía juego porque cuando recuperaba el balón lo perdía con mucha facilidad. Tenía mucha distancia entre las líneas y le costaba salir ya que la presión del Mallorca le obliga a jugar en su propio campo.

A pesar de que el Mallorca no generaba ocasiones, la impresión es que el tanto del empate estaba cerca. Brandon avisó con un disparo desde fuera del área que salió rozando el poste en el minuto 34, y cinco después, en una falta sobre el propio delantero que sacó Moutinho, Brandon cabeceó en el segundo palo dejando el balón para Raillo, que desde el centro del área batió a Juan Carlos.

La segunda mitad comenzó igual que finalizó la primera. El Mallorca era el que llevaba el control del juego ante un Oviedo que seguía sin encontrar el sitio en el campo. Los visitantes avisaron en dos contras llevadas por Lago Junior, desbaratadas la primera por Diegui y la segunda por Juan Carlos, que se adelantó al remate de Brandon.

Fernando Hierro optó por modificar su esquema de su equipo en el minuto 55 con la entrada de Linares por Verdés, pero las cosas apenas cambiaron porque a los azules les seguía costando un mundo acercarse a la portería rival.

La puerta a la esperanza se abrió en el minuto 69, con un centro desde la derecha de Susaeta que Linares no acertó a rematar bien en el segundo palo. A la jugada siguiente los azules forzaron un saque de esquina tras una buena internada de Saúl Berjón por la banda izquierda. El lanzamiento de Susaeta lo remataba de cabeza Costas a la red logrando el segundo gol.

De ahí hasta el final el Oviedo se dedicó a resistir la ofensiva del Mallorca. No fue tan intensa, ni con las opciones claras que tuvo el Valladolid hace quince días para lograr el empate, y los azules pudieron conservar su ventaja en el marcador que les permite volver a acercarse a la zona alta de la clasificación.