Cinco veces repitió Anquela en la rueda de prensa previa al partido de mañana (12 horas) ante el Lugo la frase "no voy a cambiar". Fue de las primeras cosas que quiso dejar claras nada más comenzar: "No voy a cambiar ni una coma en mi discurso, en mi forma de entender el juego ni en mi forma de trabajar". Y volvió a insistir una y otra vez en esa idea, en esa convicción absoluta en la forma de entrenar que le ha llevado a estar "donde quiero estar", es decir, dirigiendo al Oviedo.

Para Anquela no cambiar no significa jugar siempre con el mismo sistema. Habla de otras cosas. Y en su comparecencia se deslizan algunas de bastante profundidad. Dice Anquela que es difícil acostumbrar a algunos futbolistas a ciertas cosas pero que a veces esos jugadores son imprescindibles: "Siempre imagino cómo se puede ganar un partido y para ganar los mejores casi siempre tienen que estar en el campo. Es evidente que a los mejores les falta algo que tienen otros, pero al final hay que hacer números, contar y ver las situaciones, los goles que hemos metido, quiénes están implicados, y casi siempre aparecen los mismos".

Da la sensación de que hay futbolistas a los que, en caliente, por alguna acción de un partido, querría sustituir pero que luego, pensándolo fríamente, vuelve a poner en el campo, estén o no acostumbrados a defender: "No puedo pedir a gente que tiene unas cualidades que, de golpe y porrazo, se hagan de otra forma, pero que nosotros tenemos que ir por ese camino no tengo la menor duda". Y esa línea es en primer lugar la de recibir menos goles: "Tenemos un problema grave y el problema es que estamos recibiendo muchos goles, si queremos ver otra cosa nos confundimos. El otro día (la derrota 2-0 ante el Alcorcón), es cierto que a la primera que tienen nos hacen gol, pero las dos primeras veces que llegaron ya remataron; acabaron jugadas y eso te dice que algo no va".

Tampoco quiso despejar la duda sobre si jugará con cinco atrás o no. Anquela reconoce que ha probado varias cosas y que no le han funcionado: "Nosotros intentaremos hacer un equipo sólido. Hemos jugado de diferentes formas, no encontramos o no damos con la tecla; no hay más". Pero sí que quiso explicar lo que busca cuando habla de competir y de ser intensos: "La palabra competir significa muchas cosas y a veces se entiende como correr, pero no es eso; para competir hay que jugar bien al fútbol. Hay que ser intensos, hay que estar bien colocados tácticamente, hay que saber lo que se quiere y luego jugar bien al fútbol".

El entrenador azul no quiso poner excusas en las lesiones para justificar los malos resultados. Ni siquiera ahora que ha perdido a un jugador tan importante como Toché: "Sí condiciona la baja de Toché, pero yo no me voy a quejar. Hemos tenido muchísimas bajas y nunca me he quejado. Lo único que deseo es que la cosa salga bien, que se quede bien, Toché está muy castigado por lesiones, y muy graves, y sus rodillas son un poco preocupantes, pero estoy seguro de que va a quedar bien". El que está casi recuperado es Verdés, pero Anquela le dará algo más de tiempo.

La receta para salir del bache de resultados es ser "un vestuario unido, estar todos juntos y teniendo calma y paciencia".