Las rachas no duran eternamente ni para lo bueno ni para lo malo. El Oviedo sumó diez partidos seguidos sin perder que le situaron a las puertas del ascenso directo mientras el Tenerife se desangraba y veía más cerca los puestos de descenso que repetir por segunda temporada consecutiva su clasificación para disputar el play-off.

El vuelco en las cuatro últimas jornadas ha sido total. La salida de Martí del banquillo del Tenerife y la llegada de Joseba Etxeberría supusieron una catarsis que ha transformado al conjunto canario por completo. Diez puntos de los doce últimos posibles les han dejado a seis del sexto puesto, que es precisamente el que ocupa Oviedo, equipo con el que se van a medir esta noche. Y es que si sólo se mira el último mes de competición, el Tenerife sería el segundo mejor equipo de Segunda mientras que el Oviedo sería el tercero por la cola.

Un Oviedo que cerró su gran racha con el éxtasis que supuso la victoria (2-1) en el derbi ante el Sporting y comenzó otra negativa en cuanto a resultados, que no tanto por la imagen que ha venido ofreciendo el equipo azul. La primera derrota (2-1) de esta racha de cuatro partidos sin ganar llegó en Cádiz y estuvo condicionada por la inexplicable expulsión de Rocha. También el viernes pasado, en el Tartiere, el equipo azul mereció algo más que el empate sin goles ante el Barcelona B y también ahí el colegiado perjudicó al Oviedo anulando un gol legal a Toché. Algo peor estuvieron los azules en la derrota (2-1) en Zaragoza y en el empate sin goles ante el Albacete.

Estas rachas contrapuestas convierten el partido de esta noche (21 horas) en un duelo de enorme importancia. El Oviedo necesita una victoria que le sirva para recuperar la autoestima y para evitar que empiecen a surgir dudas con respecto al equipo. El Tenerife, por su parte, ha gastado ya todas sus balas y si quiere seguir aspirando a entrar en puestos de play-off de ascenso no puede fallar en un encuentro como el de esta noche, ante un rival directo.

La trayectoria en este último mes de competición puede llevar a equívocos. En este tramo el Tenerife se ha mostrado como un vendaval ofensivo, marcando once goles, casi tres por encuentro, y resolviendo sus encuentros con mucha solvencia en casa (5-1 ante el Córdoba y 3-1 ante el Córdoba) y con solidez a domicilio (1-1 ante el Alcorcón y 1-2 la pasada jornada ante el Nàstic).

Uno de los problemas que puede acusar el Tenerife en el partido de esta noche es la ausencia de Juan Villar, uno de los grandes protagonistas en esta recuperación que están experimentando los canarios. El delantero estará un mes sin jugar al lesionarse durante el partido que ganaron ante el Nàstic y en el que fue el autor de los dos goles de su equipo. Esa responsabilidad recaerá ahora en el delantero centro del conjunto isleño, el italiano Longo, un jugador que fue pretendido este verano por el Oviedo.

El único equipo que ha sido mejor que el Tenerife en este último tramo de la competición ha sido el Zaragoza, que ha sumado cuatro victorias, y que, al igual que los isleños, está tratando de reengancharse a la zona alta de la clasificación en el último tercio.

El Oviedo, por su parte, ha dado muestras de sobra esta temporada de ser un equipo en el que confiar y conviene mirar más allá de estos cuatro últimos partidos para analizar a un equipo al que le está faltando gol y algo de fortuna en estas últimas jornadas. Los azules llevan sólo dos goles en estos cuatro últimos partidos. Dos tantos que no le sirvieron para sumar ningún punto, puesto que llegaron en las derrotas ante Cádiz (2-1) y Zaragoza (2-1). Un buen momento para que la vuelta a la titularidad de Toché se traduzca en los goles que suele aportar y que el Oviedo tanto necesita.