Madrid, Efe

Enrique Miret Magdalena, catedrático de Ética, teólogo y presidente honorario de Mensajeros de la Paz, falleció ayer en Madrid, a los 95 años de edad, tras una larga enfermedad, según informaron fuentes próximas a la familia. Los restos mortales de Miret se hallan en el tanatorio de La Paz en Alcobendas (Madrid), donde hoy, a la una de la tarde, se oficiará un responso. Posteriormente, serán incinerados.

Nacido el 12 de enero de 1914 en Zaragoza, Miret Magdalena se doctoró en Ciencias Químicas en 1942 en Madrid, ciudad en la que vivió la Guerra Civil refugiado en la Embajada de Paraguay, por encontrarse inscrito en la lista de candidatos a ingresar en la Compañía de Jesús. Conocido conferenciante y teólogo seglar heterodoxo autodidacta, se consideraba ante todo «un hombre de diálogo». Ejerció una intensa actividad como escritor, profesor y conferenciante experto en teología, ética y sociología de la religión, y de la familia y la juventud.

En 1982 fue nombrado director general de Protección de Menores, en el Ministerio de Justicia, cargo que desempeñó durante cuatro años. Además de presidente de la Asociación de Teólogos «Juan XXIII» (cargo para el que se le nombró en 1996), Miret Magdalena fue consejero y presidente honorario de la asociación Mensajeros de la Paz, ONG fundada por el sacerdote mierense Ángel García.

Precisamente el padre Ángel difundió ayer un comunicado en el que subrayaba que el finado «supo ganarse el respeto de unos y otros, y con humildad absoluta aceptó las críticas, a veces crueles, de quienes más debieran haberle defendido». Según el padre Ángel, «algunos obispos, como don Gabino Díaz Merchán, aun siendo presidente de la Conferencia Episcopal, le otorgó la confianza y el cariño de un amigo».