Oviedo, E. G. / Agencias

Las llamadas de ayuda a Alcohólicos Anónimos cada vez suenan más juveniles. Las nuevas estadísticas echan por tierra el perfil tradicional de la persona madura que decide ponerse en manos de quien puede contribuir a solucionarle el problema de la adición al alcohol. Baja la edad en la medida, por decirlo de algún modo, que sube el botellón.

Es uno de los argumentos que se debaten desde ayer en la XXXII Conferencia del Servicio General de Alcohólicos Anónimos, que fue inaugurada por el consejero de Salud, Ramón Quirós y que será clausurada mañana sábado en Oviedo.

Atajar la adicción cuanto antes es positivo, pero a menor edad de quien solicita ayuda, mayor posibilidad también de recaída, dicen las estadísticas. Unos 10.000 miembros distribuidos por todo el país en 550 grupos integran en la actualidad Alcohólicos Anónimos, según el presidente de la Junta de Alcohólicos Anónimos de España, Primitivo Cachero.

La asamblea de Oviedo, que se celebra bajo el lema «Alcohólicos Anónimos: 75 años en acción», reúne a más de medio centenar de representantes de las 24 áreas que componen esta comunidad, que tiene su sede nacional en Avilés, lo que le da a Asturias un protagonismo especial. En todo el mundo son 2,5 millones de personas las que se recuperan en 150.000 grupos constituidos en más de 180 países.

«Hay mucho trasiego. Unos pueden permanecer dos o cinco meses antes de irse y recaer, pero también pueden volver a los tres años», señaló Cachero antes de precisar que «es muy difícil y cuesta mucho trabajo que un alcohólico se reconozca como tal». En el caso de los jóvenes, ha añadido, el problema de conseguir que den el paso y que vean que tienen un problema es aún mayor «porque los problemas de alcoholismo están bien vistos desde un punto de vista social».

El presidente de Alcohólicos Anónimos evitó pronunciarse sobre la conveniencia o no de elevar a 18 años la edad mínima para poder consumir alcohol (Asturias es la única comunidad autónoma que tiene fijado el umbral en 16), porque la organización «no tiene opinión sobre planteamientos políticos», pero sí reconoció que «hay un problema».