El consejero de Sanidad, Faustino Blanco, puntuó ayer con "un 10" y el calificativo de "magnífica" la respuesta ciudadana a la petición de sangre, lo que ha permitido recuperar la normalidad en los hospitales. "Hay gente que ha llegado a esperar hasta dos horas para donar sangre, y eso sí que es compromiso", afirmó.

Blanco, que realizó estas declaraciones tras la firma de un convenio de colaboración con la Asociación de Empresarios de Instrumental Médico Quirúrgico (Adimpa), aseguró que el paso siguiente es tratar de convertir "el acto solidario compulsivo" en "sostenible", consiguiendo aumentar el colectivo de donantes, actualmente de 26.000 personas. "Lograr otros dos mil este año nos daría seguridad", indicó.

A los 800 ofrecimientos del pasado miércoles -siempre hay un porcentaje de rechazos por diferentes motivos-, que se tradujeron en 640 bolsas, se habían sumado ayer, hasta las ocho y media de la tarde, otros 500 voluntarios que, según fuentes del Centro Comunitario de Sangre y Tejidos de Asturias, se traducirían en alrededor de 500 bolsas. Y a esto deben añadirse 344 donantes nuevos: 194 el miércoles y 150 ayer. Las colas en varios de los puntos de extracción, entre ellos la Escuela de Minas de Oviedo, continuaron ayer y se observó una gran presencia de jóvenes.

María García Hernández, gerente del Centro Comunitario, da las gracias a los ciudadanos por acercarse a donar y por esperar en muchos de los casos y advierte de la necesidad de mantener "una cierta constancia y fidelidad" para no agotar las reservas.

El consejero de Sanidad afirmó que el sistema "ya está entrando en la normalidad", aunque quiso dejar claro que los hospitales "siempre tienen reservas para cualquier eventualidad" y que las intervenciones que fue necesario reprogramar no eran urgentes. Blanco puso como ejemplo de la normalidad en el funcionamiento el hecho de que el HUCA hubiera realizado en la madrugada del miércoles un trasplante.

"Estas circunstancias nos espolean. Yo creo que lo importante es orientar este mensaje hacia el compromiso de los donantes. No es que haya menos, en 2014 aumentó su número con respecto al año anterior, pero necesitamos incorporar a más, sobre todo jóvenes", indicó.

En lo que respecta a las protestas protagonizadas por algunos trabajadores del HUCA por lo que consideran deficiencias en la construcción del edificio o problemas de gestión, el consejero de Sanidad admitió su derecho a la queja, pero apuntó algunas reflexiones.

"El nuevo HUCA es un extraordinario hospital, independientemente de aspectos singulares, no es un servicio de parking, es una oportunidad sanitaria para los ciudadanos, una instalación que en ocho meses que lleva funcionando ha pasado 300.000 consultas, ha realizado 12.000 cirugías y ha atendido 90.000 urgencias, entre otras cifras. Se que la mayoría de los empleados lo reconocen así, pero hay otro grupo que expresa insatisfacción y todo aquello que se haga para mejorar me parece bien".