Con enorme éxito y parte del público en pie terminaba ayer el coro "El León de Oro" su debut dentro del ciclo de la Primavera Barroca que organizan el Ayuntamiento de Oviedo en colaboración con el Centro Nacional de difusión musical. La convocatoria llenó prácticamente la sala de cámara del Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo.

El programa, muy exigente técnicamente, giraba en torno a la música sacra del Renacimiento en un diálogo entre Italia y España. La interpretación de la agrupación luanquina destacó especialmente por su afinación, por los balances entre las voces, aunque sobresale especialmente el sector femenino del coro, así como por el fraseo tan cuidado que se materializó desde la primera obra "Laudate pueri" de Palestrina.

La "Misa del Papa Marcelo", del mismo autor, fue la obra en torno a la que giró todo el concierto. Una partitura de gran complejidad para el coro, y una de las más aplaudidas por el público. Cabe destacar la delicadeza de algunos momentos en lo que a las dinámicas se refiere, como ocurrió en el "Gloria", siempre dentro de la sobriedad que rodeó toda la interpretación de ayer.

El texto es un elemento muy importante en este repertorio, algo que no pasó inadvertido para los miembros de "El León de Oro" que prestaron especial atención a la dicción de todas las obras contenidas en el programa del concierto.

Tras la Misa de Palestrina llegó el turno de Monteverdi y dos de sus motetes más conocidos, "Adoramus te Christe" y "Cantate Domino". Nuevamente quedó patente la complicidad entre los integrantes del coro en cuestiones de afinación y fraseo.

La dirección de Marco Antonio García de Paz al frente de la agrupación fue precisa en cuanto a sus gestos, prestando especial atención a cuestiones de "tempo", pero también atendiendo a las entradas y las inflexiones melódicas de las distintas voces de la formación.

Con Tomás Luis de Victoria concluía el programa, con el coro reducido, en similar formación a como habían comenzado concierto. Interpretaron el "Magnificat Primi Toni", que se caracteriza por presentar dos coros enfrentados con la dificultad que ello presenta, y el "Regina Caeli Laetare", los dos del autor español.

Al final García de Paz tomó la palabra para agradecer los efusivos aplausos del público y la oportunidad de poder participar en este ciclo de la Primavera Barroca. Tuvo también palabras para destacar la importancia de Oviedo en el panorama musical y expresó su deseo de que la participación de "El León de Oro" se perpetúe en el futuro. Como propinas finales ofrecieron nuevamente "Cantate Domino" y "Adoramus te", ambos de Monteverdi.