El 2016 le ha sentado bien al Sporting B. El conjunto de Tomás Hervás, que ayer, sancionado, vio el banquillo desde la grada -Isma Piñera ocupó su lugar-, sumó un valioso punto ante el potente Tudelano que exhibió en el Pepe Ortiz su mejor versión ante un filial rojiblanco que estuvo maniatado y que sólo logró crear peligros con los chispazos de Jaime Santos, autor del gol rojiblanco.

No fue el mejor día para el Sporting B, pese a que abrió el encuentro de la mejor forma. Pablo Fernández inició la jugada abriendo el balón a la banda derecha hacia Pedro Díaz, que marcó a la perfección los tiempos para templar el balón hacia el segundo palo donde apareció con potencia Jaime Santos para rematar de cabeza el balón a la red. Una jugada de pizarra, como mandan los cánones. El inicio del filial era esperanzador. Los rojiblancos llegaban al duelo tras vencer a domicilio al Guijuelo y al Cacereño y parecía, por el primer chispazo de calidad, que la racha podía continuar con un nuevo triunfo.

Pero el Tudelano bajó a la tierra las opciones del conjunto rojiblanco. El conjunto navarro se hizo con la posesión del balón y produjo un fútbol atractivo que descolocó al Sporting B. Los rojiblancos entraron en un cortocircuito continuo, incapaces de frenar las acometidas visitantes. Solo Dennis respondió a las expectativas con dos paradas de gran mérito a sendos intentos de Iván Martín, primero con un mano a mano y después despejando con la yema de los dedos un cabezazo del delantero. Incluso el meta gijonés sacó un pie salvador tras ganar Víctor Bravo la espalda a la defensa tras un centro lateral, pero en el rechace, el centrocampista del Tudelano no perdonó más.

El filial sufrió y mucho en su parcela defensiva, donde estuvo endeble y no aportó la seguridad de pasadas jornadas. Iván Martín pudo adelantar a su equipo antes del descanso con un toque sutil que para fortuna rojiblanca golpeó en el poste. Los esfuerzos y el desgaste físico para recuperar el balón le pasó factura a los rojiblancos para llegar con más efectivos en ataque. Pese a ello, Pablo Fernández, en solitario, puso el peligro con un disparo cruzado. Fue el único acercamiento junto al gol de Jaime Santos.

En la reanudación, el guión se mantuvo. El balón ardía en las piernas de los futbolistas de Tomás Hervás. Apenas le duraba unos segundos en sus pies cuando lo más idóneo era mantener la posesión para no sufrir el acoso del Tudelano, que ponía continuamente el nerviosismo en el cuerpo de los rojiblancos. El Sporting B, con muy poco, tuvo el gol en sus piernas en una nueva combinación entre Pedro Díaz y Jaime Santos, que se estrelló en la escuadra. Fue otro de esos chispazos sueltos.

Pero el Sporting B vivía en el filo de la navaja y ni incluso la superioridad numérica tras la expulsión de Dani Gómez en el minuto 73, sirvió de respiro. Álvaro Bustos estuvo providencial cuando Nandi se disponía a marcar tras una dejada de Chema Mato y Samanes no acertó en su última tentativa y el conjunto rojiblanco salvó los muebles y sumó un punto que prolonga la racha en el 2016: siete puntos sumados de los nueve puestos en juego.