"Me siento con ganas para revertir esta situación y no me planteo irme". El entrenador del Sporting se mostró animado en su comparecencia de esta mañana en la que analizó la situación en la que se encuentra el equipo. Abelardo parece dolido por la falta de memoria de algún sector del sportinguismo y por eso destaca que "cogí el club siendo una ruina económica y deportiva y ni yo pensaba que llegaríamos a estar en esta situación". Al mismo tiempo, el técnico asume la fragilidad de su cargo y adelanta que "si el consejo decide echarme, no habrá problema". El preparador rojiblanco remarca su confianza en poder reflotar la nave sportinguista y su felicidad en el cargo: "Estoy en mi club, estoy muy contento y por mi cabeza sólo pasa revertir esta situación". Abelardo incide en que sufre esta situación como profesional y como sportinguista, pero que confía en lograr una nueva permanencia "tras dos años increíbles".

Abelardo intentó también liberar de presión a sus futbolistas con vistas al encuentro ante el Eibar. A pesar de que una nueva derrota abriría un futuro incierto para el equipo y para el propio entrenador, el Pitu sostiene que "es un partido muy importante, pero a estas alturas aún no será definitivo". El técnico agradeció el discurso emanado del vestuario durante esta semana y mostró su agrado con las manifestaciones de Lillo, Amorebieta y Douglas en las que apelaron a la unión del sportinguismo. Una unión que, según el técnico, siempre ha existido dentro del vestuario. Abelardo quiso también matizar las declaraciones de Lillo sobre el peso de El Molinón para algunos integrantes del plantel. "Los jugadores son profesionales y se sienten responsabilizados como lo estoy yo", sentencia.

El Pitu analizó también la situación del Sporting en el mercado de fichajes, aunque evitó desvelar el contenido de las conversaciones mantenidas con el máximo accionista Javier Fernández, que definió como frecuentes. En cuanto a la probable llegada de Tioté, el técnico desveló que espera que el africano, o el jugador que finalmente llegue, aporte "físico, juego aéreo y velocidad en el juego", cualidades que echa a faltar en su equipo. Abelardo se refirió tanto a Cheik Tioté, primera opción, como a Tomás Pina, una de las alternativas, y manifestó su deseo de que "uno de los dos pueda llegar", aunque asume que "no son operaciones fáciles". También abrió la puerta a la salida de alguno de los centrocampistas que están en la plantilla actual si se cierra la llegada de un refuerzo para esa demarcación. La prioridad máxima para Abelardo es acertar con el fichaje de un jugador que tenga esas características y que se adapte bien al Sporting y pueda rendir. "Podemos fichar a Busquets y, a lo mejor, no triunfa aquí", pone como ejemplo. Otro nombre que salió a la palestra fue el del atacante Pablo Pérez, cedido por el Sporting en el Alcorcón. Abelardo reconoció que le gustaría respescar al gijonés y que el futbolista estaría encantado de volver, pero lamentó que el acuerdo de cesión no incluya una cláusula que permita al Sporting repescar a un futbolista del que está pagando una parte importante de la ficha. La negativa de Julio Velázquez, técnico alfarero, parece frenar esta operación.