¿Qué quieren que les diga o que les cuente? Porque por más imaginación que le intente echar uno al asunto, llega un momento en que a base de tanto repetir una y otra vez las mismas consignas y alegatos, se corre el riesgo de caer en una especie de Día de la Marmota y que el lector, al leer estas líneas, pudiera no estar seguro de si está leyendo la misma previa al partido que leyera hace apenas un par de días.

Y es que todo lo que se comentó con antelación al partido frente al Osasuna, aquello de “ganar, sí o sí”, que a fin de cuentas era lo que se pedía también antes de jugar contra Deportivo, Málaga, Eibar o Alavés, es perfectamente válido de cara al partido que esta tarde, a eso de las 19:30, en un horario horrible a más no poder, medirá al Real Sporting (Sociedad Anónima Deportiva para desgracia de todos los sportinguistas), frente al Espanyol de Barcelona.

Es por eso, que si todos los partidos anteriormente citados, fueron tildados como finales (de las cuales por cierto, no se ganó ni una), este, a cinco jornadas tan solo de la finalización de la temporada y con cuatro puntos por remontar, podríamos denominarlo como la madre de todas las finales. Y suerte que tenemos de poder disputarla, porque resulta del todo increíble que habiendo fallado lo que ha fallado este equipo, llegue sin embargo aún con opciones de salvación a este partido. Opciones que por supuesto pasarían por vencer al Espanyol y esperar a que el Leganés, que juega el miércoles (en otra chapuza de la Liga, dando ventaja así a los pepineros) pudiera acusar la presión y dejar escapar alguno de los tres puntos en juego en el duelo que le medirá a un Las Palmas, que a priori, no se juega gran cosa.

En estos apenas dos días que Rubi ha dispuesto para preparar el partido, por lo que ha trascendido, ha dado especial importancia en recuperar anímicamente a un vestuario, que a pesar de lograr salvar un punto in extremis en Pamplona, es perfectamente consciente de que debería haberse traído los tres puntos a Gijón, por más que un árbitro de cuyo nombre prefiero no acordarme, le perjudicara de forma manifiesta.

De cara a esta madre de todas las finales, el Sporting deberá renunciar a Moi Gómez por sanción, además de a Lillo y a Traoré por lesión. Lo del costamarfileño será algo que a final de temporada, alguien debería salir a explicar, como se dice en estos casos, con luz y taquígrafos. Ahora, que para explicaciones también, las que se deberían ofrecer por otro de los “brillantes” fichajes del mercado de invierno: el nigeriano Elderson, quien se cae de la convocatoria por decisión técnica, del mismo modo que lo hacen Lora, Ndi (el camerunés lo mismo es revulsivo que se va a la grada) y Viguera (otro de los grandes fracasos de este ‘Sporting de los fichajes’). Con estos mimbres, la alineación más probable sería la formada por Cuéllar en portería, Douglas, Meré, Babin y Canella en defensa, Carmona, Xavi Torres, Vesga, Sergio y Burgui en la medular y Cop en punta de ataque. Pero no descarten ustedes ni que pudiera haber cambios en el 4-2-3-1 y repetirse así el esquema que utilizara Rubi frente al Real Madrid, ni que por ejemplo alguien como Cases pudiera entrar en el equipo titular. Rubi había hablado de alguna rotaciones y es probable que mañana cumpla su palabra.

Sobre el Espanyol, su clasificación privilegiada en la tabla le precede. Y si nosotros seguimos soñando en el milagro de la salvación, con los mismos argumentos ellos pueden aún hacerlo con entrar en Europa. Fuera de su estadio, los de Quique Sánchez Flórez han logrado cinco victorias por cinco empates y seis derrotas. Unos números que no invitan precisamente al optimismo y menos a tenor de los resultados cosechados por el Sporting en las últimas “finales”. Claro que siempre nos quedará nuestro amigo ‘Isi’ (le recuerdan, ¿verdad?), por cuya cabeza ronda aquello de “¿y si jugamos como contra el Madrid?”. Yo lo diría que preferiría jugar como contra el Leganés y repetir idéntico resultado.

En fin, que mientras hay vida, hay esperanza, que la fe nunca decaiga, etc., etc., etc. Pero aun corriendo el riesgo como decía de volver a repetirme, basta ya de palabrería y pasemos a los hechos. Es lo que necesita esta afición: comprobar que su equipo es capaz de ganar un partido de los marcados en rojo. Porque se equivoca Rubi cuando dice que la afición necesita vitaminas y que el equipo no se las da. Aquí, quien parece necesitar vitaminas desde hace mucho tiempo es el equipo. La afición, una vez más, se presentará en El Molinón más en forma que nunca y como siempre dará la talla. ¿Lo hará el Sporting? Una talla que le permita ganar al Espanyol, claro está.

Post Scriptum: sería un bonito de detalle el que antes de comenzar el partido, se guardara un minuto silencio en memoria del niño burgalés de diez años, fallecido este fin de semana tras resultar gravemente herido en el circuito de karts de La Morgal (Llanera), mientras entrenaba para el Campeonato de Asturias. Desconozco si ya se habría anunciado tal medida.