A pesar de los sucesivos chascos llevados a lo largo de la temporada, no eran pocos los sportinguistas, que el pasado martes a la salida del estadio, aún se aferraban a la posibilidad de que la UD Las Palmas, se vistiera de verdiblanco para asaltar Butarque. Por desgracia no fue así y sucedió lo que por otra parte suele suceder cuando de dos equipos, uno no se juega nada y el otro se lo juega todo. Ocurrió el año pasado cuando nos visitó en la última jornada el Villarreal y ha vuelto a ocurrir este miércoles en el estadio del Leganés. Solo que en esta ocasión nadie ha acusado a los canarios de dejarse ganar. Pueden estar seguros que de aquí a final de temporada, no será el último partido de estas características y con idéntico desenlace.

Del mismo modo, si los de Quique Setién hubieran hecho un partidazo, venciendo y de paso echándonos una mano, inmediatamente se hubieran alzado voces indignadas denunciando unas presuntas primas a terceros. Pero como digo, tristemente no fue así y la realidad es que el Real Sporting de Gijón (Sociedad Anónima Deportiva para desgracia y profundo pesar de todos los sportinguistas) está virtualmente en Segunda. Las matemáticas podrán decir misa, incluso solemne, pero ni los más optimistas pueden creerse de verdad que este ´Sporting de los fichajes´, el año que viene volverá a jugar en la supuesta mejor liga del mundo (la misma que maltrata a aficiones como la nuestra, con horarios tan infumables y encima de manera consecutiva, como son un martes a las 19:30 y un viernes a las 20:45).

Ahora habrá quienes hablen de errores arbitrales o de mala suerte en determinados encuentros. Si analizáramos partido a partido, tal vez pudiéramos llegar a la conclusión de que hasta podría ser cierto que este equipo merecería cuatro, cinco o incluso seis puntos más. Pero la realidad es que lleva los que lleva. Y si me permiten darles mi opinión, considero que tras 34 jornadas, un equipo ocupa la posición que se merece. Y en el caso del Sporting, siendo honestos, no podemos decir que sea la excepción que confirma la regla.

Y es que si salvamos los tres engañosos primeros partidos de la temporada, el resto de la competición ha sido una sucesión de fracasos. El equipo nunca ha sido capaz de dar la talla, salvo en partidos puntuales. Tal vez por ello, haya que deducir que la realidad (de nuevo), sea que la verdadera talla de este equipo no da para estar en Primera y que partidos como el del Sánchez Pizjuán o el de El Molinón frente al Real Madrid (por citar dos recientes, aunque tampoco es que haya muchos más), no fueron sino simples espejismos.

Puede que alguno de ustedes leyendo estas líneas, pueda acusarme de agorero pues aunque mínimas, el equipo mantiene opciones matemáticas de lograr la salvación. ¿Pero son opciones reales o virtuales? Rubi acaba de decir que si conseguimos sumar diez o doce puntos en las cuatro jornadas que restan de campeonato (ahí es nada), lograríamos obrar el milagro. En esto hay que reconocer su coherencia pues ya en su día si recuerdan, había afirmado que ganando las cuatro últimas jornadas, el equipo se salvaría. Por lo que se desprende de sus últimas manifestaciones, resulta que ahora lo haría incluso ganando "solo" tres y empatando el cuarto. Para ello se entiende que el ´sabio de Vilassar de Mar´ ha echado sus números y en ellos el Leganés, que ahora mismo nos aventaja en dos partidos, no sumaría nunca más de seis puntos; tal vez solo cuatro.

Doy por hecho que para llegar a tal conclusión habrá revisado una y mil veces el calendario que les queda a los pepineros. Yo les juro que lo he hecho (Eibar y Athletic fuera de casa, Betis y Alavés en Butarque) y diría que pudiera ser que Rubi no anduviera muy desencaminado. Pero es que el problema sigue siendo que nosotros seamos capaces de sumar esos diez o doce puntos.

Para empezar tenemos un partido contra el Villarreal, que nada tendrá que ver con el que nos diera (que non regalara) la permanencia la temporada pasada. Ya les había comentado en otro post, que desde tierras levantinas han llegado rumores (más que rumores) de que más allá de sus aspiraciones europeas, el presidente del submarino amarillo habría prácticamente exigido a sus jugadores y cuerpo técnico la victoria frente al Sporting, en una especie de revancha moral con la que lavar en parte la imagen, a su juicio muy dañada, tras aquel partido de hace menos de un año.

De cara a esta cita, veremos qué once titular dispone Rubi sobre el campo. Cuenta con algunos jugadores tocados; físicamente, me refiero. Porque ´tocados´ a nivel psicológico estarían la mayoría de los que conforman la plantilla. Es por ello que ahí sí que comparto la opinión del técnico barcelonés, cuando dice que lo que buscará será aquellos jugadores que aún no hayan bajado los brazos y que renuncien a hacerlo mientras haya una mínima opción, por ínfima que sea. ¿Veremos por ello un once con olor al ´Sporting de los guajes´?

Habrán notado que en ningún momento he hablado de final ni de partido trascendental. Lo he hecho por mera superstición, a ver si de este modo, los jugadores sabedores de que un sector amplio de la opinión pública les da como virtualmente descendidos, consiguen despojarse de la presión, jugar liberados de ella y de este modo quién sabe si dar la campanada en Villarreal. Porque como dice mi buen amigo Isi: ¿y si ganamos este viernes?

Post Scriptum: sobre las primas a terceros, ha dicho Rubi al ser preguntado al respecto, que no las ve mal siempre que sean por ganar. A esto se le llama meterse en charcos sin ninguna necesidad para ello, pues mientras estén prohibidas (da igual si por ganar, empatar o perder), lo mejor es abstenerse de este tipo de comentarios. Ahora bien, como diría Don Julio Puente, si pregunto, ¿molesto?: ¿sonó o no sonó el teléfono en Gran Canaria?