A pesar del descenso a Segunda División y del pobre rendimiento ofrecido durante la temporada, la plantilla del Sporting sigue teniendo cartel, incluso en Primera División. Aunque el mercado de fichajes no se abre hasta el próximo 1 de julio, casi la mitad de los futbolistas que forman el primer equipo del Sporting han suscitado el interés de otros clubes o han sido relacionados con ellos. Tanto algunos de los que tienen contrato en vigor con el Sporting, como buena parte de los que estuvieron cedidos en Gijón. El verano se anuncia movido en el Sporting y nadie esconde que la plantilla sufrirá una profunda remodelación. Sin llegar a los dieciséis fichajes de la temporada anterior, este curso parece que serán más las salidas que las entradas (al menos si se incluye en el recuento a los ochos cedidos que dejarán la entidad). Tras la marcha de Nacho Cases, el Sporting tiene veintiún jugadores con contrato, y hay que hacer sitio a las mejoras en las que ya trabaja Miguel Torrecilla para reforzar las carencias en algunas posiciones.

Si hay un futbolista cotizado en el vestuario del Sporting, por encima del resto, es Jorge Meré. El central, además, tiene la sartén por el mango, después de lograr incluir en la reciente renovación de su contrato una cláusula que le permite salir cedido a un club de Primera División. Parece claro que Meré no va a jugar en el Sporting la próxima temporada. Las únicas dudas son su destino y la forma en que se sustancie su marcha. En todo caso, cualquier movimiento queda congelado hasta que concluya el Europeo sub-21, en el que el central podría revalorizarse y atraer a algún club de mayor potencial.

Un nombre que se puso sobre la mesa ayer, según una información del Ideal Gallego, es el Moi Gómez, a quien tendría en su agenda el Deportivo de La Coruña para cubrir una posible marcha del turco Emre Çolak al Sevilla. Moi Gómez tiene tres años más de contrato con el Sporting y el club lo considera una pieza clave para la próxima temporada, por lo que los gallegos tendrían que pasar por caja si quieren ficharlo.

Otra salida que parece inminente es la del portero Iván Cuéllar. Aunque las dos partes de la negociación se han enfrascado en una absurda partida de póker en la que nadie quiere mostrar sus cartas, los dos están deseando acabar su relación. El portero tiene contrato, pero el Sporting busca salida a un guardameta. Cuéllar ya ha sido relacionado con Las Palmas, Leganés y Getafe. La opción que más fuerte ha sonado es la canaria.

Otro jugador por cuya situación han preguntado varios clubes, aunque el Sporting no parece dispuesto a prescindir de él es Carlos Carmona. En Gijón se da por hecha su continuidad en el club, pero el Alavés y algún otro equipo ya han explorado la posibilidad de contratarle, a pesar de su compromiso con el Sporting.

Una de las piezas más cotizadas, aunque ya no habrá que negociar con el Sporting, es Mikel Vesga. La buena segunda vuelta del vitoriano le ha multiplicado los pretendientes, entre los que se encuentra el Levante de Juan Ramón López Muñiz, el Málaga o el Eibar. Burgui es seguramente el exjugador del Sporting al que se ha relacionado con más clubes, sin que acabe de comprometerse con ninguno. El extremo tiene un año más de contrato, por lo que una nueva cesión parece complicada sin antes renovar. El Madrid se muestra reacio a dejarlo irse gratis.

Un caso especial es el de Carlos Castro, un futbolista al que siguen de cerca varios equipos. El de Ujo encara su último año de contrato y las posturas para su renovación están más que distantes. A día de hoy, no se puede descartar ningún escenario.

El mercado tienta incluso a jugadores cuyo rendimiento no ha sido demasiado bueno en la pasada temporada. Cop, Traoré y Douglas -todos ellos actuaron en calidad de cedidos en el Sporting- ya han sido vinculados a distintos equipos de Primera División y del extranjero. Lo que está seguro es que los tres tienen imposible jugar en sus clubes de origen.

Uno de los casos más singulares es el de Fernando Amorebieta. El central, que tenía una cláusula que le liberaba en caso de descenso y que no ejerció, ha puesto su destino en manos del club. No tiene reparos a jugar en Segunda, pero si su ficha supone un problema gravoso para el Sporting, tampoco tiene inconveniente en buscar un nuevo destino.