"La única manera de que yo buscase una salida era que me dijesen que no contaban conmigo y sucedió todo lo contrario, me transmitieron que contaban conmigo como uno más de la plantilla". Se ha escrito mucho sobre la suerte de Alberto Lora, pero el capitán ha ido recuperando protagonismo desde la llegada de Paco Herrera y su salida del club está totalmente descartada. "Estoy encantado de representar esta camiseta y de seguir defendiéndola", insiste el mostoleño al analizar su situación en el club.

Lora viene de un mal año en el que empezó limitado por una lesión que le impidió realizar la pretemporada y luego no dispuso de oportunidades. Esto hizo que el futbolista entrase en un bucle porque "cuando no cuentan contigo, el aspecto psicológico te merma". El propio jugador detalla cómo vivió los acontecimientos de la campaña anterior: "Empecé la temporada mermado por una lesión, no estaba para jugar al inicio de Liga y disputé un par de partidos sólo". La situación no mejoró tras la salida de Abelardo del banquillo y la llegada de Rubi. "Con el cambio de entrenador me sentí un poco engañado. Me decían que contaban conmigo, pero las oportunidades no llegaban y eso te va mermando y te mina el aspecto psicológico", explica antes de añadir que "yo actué como un profesional seguí trabajando y ayudando en lo que pude, aunque no pudo ser sobre el campo".

Lora mira al futuro inmediato con renovado optimismo porque "tenemos un entrenador nuevo con el que todos partimos de cero y tratamos de convencerle de que puedes serle útil al equipo". El lateral derecho remarca que encara esta nueva temporada "con muchísima ilusión, es una temporada nueva, hay que resetear, olvidarse de la temporada pasada y centrarse en la nueva".

Con la renovación de plantilla que se produjo este verano, Lora se confirma como un ilustre veterano en el vestuario del Sporting: "Desde el año que yo subí al primer equipo ya sólo queda Canella, son cosas del fútbol, es algo normal".

El futbolista deja paso al capitán y Lora analiza la fórmula que debe seguir el Sporting para alcanzar el ascenso. "Sabemos cómo es la Segunda División, muy dura, muy física y en la que es importante recibir los menos goles posibles", valora. Si hacen falta modelos, Lora propone uno bien cercano: "El espejo más cercano es el de nuestro último ascenso, con un equipo que concedía pocas ocasiones de gol y recibía muy pocos". A esta receta hay que añadirle el toque personal de Paco Herrera, un entrenador que ya ha conseguido dos ascensos desde el banquillo. "El entrenador quiere que seamos un equipo intenso defensivamente, pero en ataque también tenemos que dar mucho, porque tenemos jugadores para ello", sostiene antes de matizar que "porque sea Segunda División, no quiere decir que no se pueda jugar".

Una cuestión crucial es que la plantilla adquiera los conceptos básicos de Herrera porque "cuando hay un entrenador nuevo, tenemos que coger rápido su idea de juego".