Ni la lluvia, ni el fresco de un día con muy mal tiempo pueden aguar la fiesta. Un derbi es un derbi y los aficionados llevaban mucho tiempo esperándolo. Los seguidores del Sporting pusieron rumbo a la zona de El Molinón hasta ocho horas antes del partido. A primera hora de la mañana ya había un goteo incesante de aficionados dirigiéndose a la zona del "templo" sportinguista,

Por el camino, una pancarta gigantesca junto al parque de Isabel la Católica arengando a equipo y gijoneses. Frente a la misma, los ultraboys se juntaron bien temprano para alargar una previa especial, entre cánticos y estruendo de petardos.

Ya en el estadio, los bares de los bajos estaban muy demandados para el vermú y la comida. Lo mismo pasaba en el barrio de La Guía, donde también ha sonado más de un petardo. A las 16 horas se ha citado la afición para recibir al equipo, pero el derbi ya ha comenzado mucho antes.