Gijón, R. GARCÍA

La Policía Nacional de Valencia consiguió desarticular ayer, alrededor de las once de la mañana, una violenta banda mafiosa compuesta por al menos diez ciudadanos de origen colombiano que se dedicaban, según fuentes cercanas a la investigación, a robar en pisos de narcotraficantes. Los investigadores llevaban varios días preparando una operación policial que finalizó en las calles del barrio de La Arena.

Los agentes consiguieron detener a un total de siete delincuentes, que habrían llegado a Gijón a última hora del pasado miércoles con el objetivo de asaltar el piso de unos vecinos de La Arena dedicados a la venta de estupefacientes. Los investigadores aseguran que los acusados «habían preparado muy bien el golpe», sabían que había dinero en efectivo en el interior del inmueble y estaban dispuestos a «enfrentarse» a sus víctimas. Los funcionarios de la Comisaría de Valencia del Cuerpo Nacional de Policía desplazados hasta Asturias siguieron a los colombianos desde la zona en la que estaba alojados en Gijón hasta el piso de La Arena, apoyados por varios efectivos locales de la Unidad de Prevención y Reacción. Los agentes decidieron practicar los arrestos antes de que los acusados llegaran a su objetivo «para evitar males mayores».

En el momento de la detención los delincuentes llegaron a sacar sus pistolas para amenazar a los agentes, que también iban armados, entablándose entonces un forcejeo en plena calle que se pudo saldar sin heridos. La espectacular operación fue contemplada por las decenas de ciudadanos que a esas horas se encontraban en la calle y que observaban el despliegue realizado por los agentes en plena vía pública.

Los siete acusados fueron conducidos en un primer momento hasta las dependencias de la Comisaría de El Natahoyo de Gijón para posteriormente ser trasladados -ya a última hora de la tarde de ayer- hasta Valencia. Los investigadores aseguran que estos ciudadanos de origen colombiano pertenecen a una peligrosa banda criminal con amplia movilidad geográfica. Los acusados se desplazan desde Valencia hasta sus «ciudades objetivo» realizando sus asaltos en apenas unas horas y abandonando rápidamente los lugares en los que cometen sus delitos. El juez de instrucción de Valencia que hasta el momento dirigía esta investigación será el encargado de decidir en torno al procesamiento de los reos.