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JOSÉ CARLOS SOMOZA | Novelista de género, éxito español

"Con el primer premio que gané me compré un ordenador"

"Nunca he querido ir a Cuba, donde nací, porque pienso que hay otros lugares en el mundo que me llaman más la atención"

José Carlos Somoza, en el hotel Palacio de Avilés. ricardo solís

José Carlos Somoza (La Habana, Cuba, 1960) es uno de los autores de género más aplaudido de la escena española. Entre sus títulos sobresalen "La caverna de las ideas" (Alfgaguara, 2000) o "La cuarta señal" (Minotauro, 2014) no es la primera vez que asiste al Festival "Celsius 232". Conversa con LA NUEVA ESPAÑA en el bar de su hotel.

-Nació a los pocos meses de la toma de La Habana por Fidel Castro, pero desde siempre ha vivido en España. ¿Cómo es Cuba en el recuerdo?

-Mis padres eran exiliados así que me crié en un ambiente de tierra perdida más que prometida. Oía hablar a mis abuelos y a mis padres de Cuba como algo que era imposible de recuperar. Como es lógico, con las reacciones típicas del exiliado: la rabia, el dolor... Soy hijo único, Cuba era algo casi fantasmal, algo que habíamos tenido, pero que ya no estaba. Como es lógico, todo aquello marcó mis primeros años.

-¿Cuando descubrió Cuba le decepcionó?

-No la descubrí todavía, aunque mis libros están publicados allá. Nunca he querido ir porque pienso que hay otros lugares en el mundo que me llaman más la atención. Yo no heredé una Cuba normal, yo heredé una idea de Cuba y a la idea de Cuba no puedes regresar. Cuba podía esperar a que me sintiera neutro.

-¿Cuándo sucedió que se sorprendió con una creación propia?

-Fíjate: nunca. En cambio, sí que tuve la sensación de tener el clic que te despierta la necesidad de que todo lo que haces lo tiene que leer otro. Ese clic sí que lo tuve: fue en el año 1994. Hasta llegar a esa fecha, había escrito para mí mismo, si es que vale esta expresión. No me soprendo cuando termino una obra: no digo es especial. Siempre tengo que aprender.

-¿En 1994 vio que se podía vivir de la literatura?

-Fue una decisión difícil, aunque no sé si era conveniente. Ahora sé que no me arrepiento de ella. Para saber todo lo que puedes dar en una cosa, tienes que dedicarte al cien por cien a ella. Decidí darlo todo por la literatura.

-Empezó a lo grande: con un montón de premios.

-Los premios son espaldarazos que te refrendan en tu camino.

-Aparte del dinero...

-Que en aquella época era mucho más importante porque la profesión literaria estaba muy considerada. Con el primer premio que gané me compré mi primer ordenador y abandoné la máquina de escribir para siempre. Los premios te enviaban el mensaje de que estabas haciendo algo y que, a cambio, recibías un apoyo de fuera.

-¿Y ahora con qué está?

-He publicado este año "La cuarta señal". Mi penúltima novela fue "El cebo". Ahora estoy con una nueva que no tiene título.

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