Un cardenal de la curia romana, Domenico Calcagno, presidente de la Administración del Patrimonio Apostólico, que gestiona el patrimonio inmobiliario del Vaticano, ha atraído la atención de la opinión pública al conocerse que tiene en su casa trece armas de alta gama. El italiano Calcagno, de 69 años, ex obispo de Savona y nombrado cardenal el 18 de febrero, dispone de un fusil italiano Breda Argus, un mosquetón suizo K31 Schmidt Rubin, una carabina estadounidense Remington 7400, un fusil italiano FAET, un fusil soviético Nagnant y un fusil turco Hatsan. También tiene una carabina italiana Beretta, un fusil del calibre 12 de fabricación belga, otro de dos cañones de fabricación italiana Franchi, otro igual de la marca Beretta y un revólver estadounidense Smith & Wesson.

Todas esas armas fueron declaradas por el cardenal en la jefatura de Policía de Savona, en la que aseguró que las custodia en su casa, en un armario cerrado bajo llave. Tras revelar un diario el amor por las armas del purpurado, lo que ha llevado a algunos rotativos a denominarlo «el cardenal Rambo», el cardenal confirmó la existencia de las mismas: «Son viejas armas, de poca importancia, piezas de antigüedad que a mí me gustan».