Salvador Cuervo fue el primer premio "Axuntábense" 2014 que habló ayer en la gala de entrega de los galardones en Oviedo. Fue tan agradecido como genial en su discurso, con anécdotas magníficas como la de una ocasión en la que se presentaron a cantar un mes antes de la fecha prevista y otra cuando, en el corazón de Europa, transportaban un piano antiguo que quedó desmembrado. Entre ese punto genial relató su historia al frente de coros, trabajando desde 1980 hasta hoy, cuando regresa con proyectos nuevos, y para ello evocó a fray Luis de León ("como decíamos ayer").

Adolfo Mariño, que rectificó con fina elegancia la fecha dada de su ordenación, significó que los coros humanizan a la sociedad ante tanta prisa, destacó el buen hacer en la villa de Gijón y toda Asturias y evocó a su antecesor en esta labor en la parroquia San José y los conciertos corales de Santa Cecilia.

Nacho Fonseca se presentó poleso, recordó a su madre canturreando, a su padre y su guitarra y a Ángel Émbil. Dedicó el premio a sus grupos infantiles y se despidió mostrando su agradecimiento de una manera muy bella, evocando a Serrat y su "Hoy puede ser un gran día": "Para mí hoy es un gran día", dijo el fundador de "Xentiquina", entre otros grupos.

Los tres estuvieron brillantes en sus intervenciones, pero, sobre todo, los tres dejaron constancia de su recorrido, una trayectoria para la que hay que tener vocación mayúscula y entrega. Así lo entendió el público en la ceremonia de entrega de los premios "Axuntábense" 2014, que se celebró en el auditorio de Oviedo. Un público que despidió a uno por uno con una larga, sentida y cariñosa ovación.

Salvador Cuervo, Nacho Fonseca y Adolfo Mariño, tres representantes del mundo coral, todos ellos muy activos en esta parte de la cultura asturiana, recibieron esos honores en forma del galardón que concede la Federación de Coros de Asturias (Fecora), que preside Marcelino Martínez, "Santi". A Salvador Cuervo se le reconoce "el extraordinario trabajo" que viene desarrollando como director de "Aires de Candás", Capilla Polifónica "Ciudad de Oviedo" y, actualmente, de los coros de voces blancas "Marañueles San Félix", Coro de la Bodega de Candás y Coro de Voces Graves de Gijón.

Adolfo Mariño fue premiado por su apoyo decidido al desarrollo de la música en general y de la música coral en toda la villa de Gijón, como ya se recordó líneas atrás.

Mientras que Nacho Fonseca ha sido distinguido por su actividad "desinteresada y entregada tanto al reconocimiento de la música popular de la región como a estimular y animar la participación de los más jóvenes en la actividad coral".

El director de Fecora, Marcelino Martínez, destacó la necesidad de reforzar las voces, indicó que los coros son un signo de la cultura asturiana y que tienen un gran prestigio fuera de la región e incluso en el extranjero.

Al acto asistieron el alcalde de Candás, Ángel Riego; la concejala de Oviedo Inmaculada González, el concejal gijonés Carlos Rubiera y la consejera de Cultura, Ana González, que dijo estar allí por razones institucionales pero también personales por su relación con el presidente de Fecora, y dejó clara la empatía y simpatía con los premiados.

La fiesta final tenía de protagonista a uno de los galardonados de la gala, Salvador Cuervo, que dirigió el Coro "Marañueles San Félix" y el Coro de Voces Graves de Gijón. Es decir, un fin de fiesta coral en el día de los coros de Asturias.