Los pueblos salmantinos de La Alberca y Mogarraz revivieron la tradición de la Rifa del Marrano de San Antón, cuyo cerdo vaga durante todo el año por las calles de sendos municipios. En el caso de La Alberca, la rifa popular, con la venta de papeletas a un euro, se celebra para obtener un dinero que se destinará a fines solidarios, mientras que en Mogarraz el dinero que se recauda se destina a lo largo del año para organizar actos culturales. En la Edad Media, la comarca de la Sierra de Francia, situada en el límite provincial con Cáceres, fue refugio perfecto para los judíos, que año tras año tenían que demostrar para sortear a La Inquisición su conversión al cristianismo.