La flamante representante española en Eurovisión 2016, Barei, celebra ese encargo que le fue encomendado hace justo una semana y que podría hacer despegar su carrera, tras años de remar sola en la música sin echar mano de las influencias de un apellido -Reyzábal- vinculado a un gran imperio inmobiliario. "¿Heredera de quién?", inquiere la artista para defender la autonomía de sus logros. "Yo soy yo, no mi abuelo (el empresario Julián Reyzábal). Si hubiese tirado de contactos, estaría sonando en Los 40 Principales o en Cadena 100, pero no ha sido así. Lo que consiga, quiero hacerlo por mí misma", se reafirma. El empeño de Bárbara Reyzábal (Madrid, 1982) se ha visto recompensado de momento con su victoria en la preselección de RTVE, en la que, pese a ser la gran desconocida entre los aspirantes, contó con el apoyo del público y de un jurado de artistas para estar el 14 de mayo en Estocolmo en la final de Eurovisión con la canción "Say Yay!". Ante los ataques contra un tema cantado en inglés responde: "No tengo nada contra el castellano. La música que siempre he escuchado es de fuera y la sonoridad de las consonantes es distinta. Ni soy filóloga ni hago literatura. Hago música y no he forzado a nadie para ser elegida".