Hay quienes dicen que más allá del Pajares la sidra no sabe igual y que la gaita no suena de la misma manera. El pasado sábado se rompió este segundo mito durante la vespertina misa de gaita asturiana que se ofició en el madrileño templo de los Jerónimos acompañada por las potentes, arrolladoras, armoniosas y emotivas voces del universal tenor cangués Joaquín Pixán y de la tinetense cantante de tonada Mari Luz Cristóbal Caunedo, quienes hicieron retumbar los muros de la abarrotada iglesia y los corazones del millar de fieles asistentes. La liturgia y la gaita han construido durante los últimos cuatro siglos un profundo mestizaje de emoción y solemnidad en las iglesias de muchos pueblos asturianos que fue promovido y conservado por los curas rurales en sus parroquias. En 2014 la "Misa de gaita" fue declarada bien de interés cultural por el Gobierno del Principado de Asturias tras el prestigioso trabajo de investigación realizado por el musicólogo Ángel Medina. Esta tradición que aspira ahora a ser declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco jugó su primer partido fuera de casa el pasado sábado en el antiguo convento de los Jerónimos de la capital del reino y conquistó al millar de feligreses que disfrutaron, se emocionaron y hasta aplaudieron la excelente iniciativa promovida por la Fundación Valdés-Salas. El siguiente partido fuera de casa se jugará en la romana capilla de Santa María La Real, aunque la fecha aún está pendiente de determinar.

La eucaristía fue oficiada por el sierense Juan Antonio Martínez Camino, obispo auxiliar de la archidiócesis de Madrid, acompañado por el cangués Atilano Rodríguez, prelado de Sigüenza-Guadalajara, y por el solidario y universal cura mierense Padre Angel, fundador de Mensajeros de la Paz. Un verdadero trío de ases que disfrutó como nadie del emotivo y solemne evento y que quiso participar y apoyar de manera activa la puesta de largo de la misa de gaita asturiana en la capital del reino.

Los sacerdotes asturianos ejercieron como los tres tenores de la celebración eucarística pero, en el otro extremo del templo, en la parte superior del coro, se ubicaban los auténticos protagonistas de la jornada: los jóvenes gaiteros Xaime Menéndez y Llorián García Flórez, quienes pusieron las floridas notas sobre las que elevaron magistralmente sus voces, en ocasiones hasta el infinito, Joaquín Pixán y Mari Luz Cristóbal junto con los quince cantores del coro "Lolo Cornellana" bajo la batuta del maestro Joaquín Valdeón. El colofón final lo remató Joaquín Pixán con el estreno y primicia de la emotiva canción "La Santina Minera", que lleva letra del prestigioso poeta Antonio Gamoneda.

Entre los centenares de asistentes que vivieron emocionados está histórica jornada de asturianía en Madrid cabe reseñar, entre otros, al empresario Francisco Rodríguez, auténtico impulsor y valedor del acto junto con la Fundación Valdés-Salas; al economista Juan Velarde, al artista Manolo Linares, a la joven Lucía Quirós, hija del fallecido gaitero Manolo Quirós; al exconsejero del Principado Santiago Menéndez de Luarca, a la diputada Susana López Ares y al senador Ovidio Sánchez.