Mario Vargas Llosa lleva meses de vértigo: cambio de vida sentimental, nueva novela, su entrada en la colección francesa La Pléiade, la celebración desde mañana de un seminario en torno a su obra con grandes de la política y la cultura, y ayer, día de su 80.º cumpleaños, sopló las velas ante casi 400 invitados, entre los que se encontraban José María Aznar y Ana Botella, Felipe González, el expresidente chileno de origen asturiano Sebastián Piñera y su mujer, Cecilia Morel, además del escritor Álvaro Pombo, políticos, periodistas y personajes de distintos ámbitos de la cultura.

Una celebración de un cumpleaños muy especial para el premio Nobel, que tuvo lugar en el madrileño hotel Villamagna con una cena. Al seminario, organizado por la Fundación Internacional para la Libertad y la Cátedra Mario Vargas Llosa, asistirán una decena de mandatarios iberoamericanos, y será inaugurado por Mariano Rajoy.

Felipe González, José María Aznar y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, también estarán presentes en la cita, junto a expresidentes latinoamericanos como Andrés Pastrana, Álvaro Uribe, el citado Sebastián Piñera, Luis Alberto Lacalle y Luis María Sanguinetti, entre otros.

Un encuentro en el que también participará el escritor turco y premio Nobel de Literatura, Orhan Pamuk, y autores y amigos de Vargas Llosa, como Fernando Savater, Javier Cercas, Enrique Krauze, Alonso Cueto, Carme Riera, Plinio Apuleyo, Mauricio Rojas y Alex Chafuen, además de la bloguera cubana Yoani Sánchez.

Mario Vargas Llosa, un aries, signo del fuego, solía celebrar sus cumpleaños en Arequipa (Perú), su tierra natal, pero esta cifra redonda, las ocho décadas, la celebra en Madrid acompañado por Isabel Preysler, su amor, su pareja y quien parece que ha organizado el festejo junto a uno de sus hijos, Álvaro. Una cena de gala, de esmoquin y vestido largo que sin duda dará mucho que hablar en los próximos días y que será material para el papel cuché.

Y es que está claro que Vargas Llosa ha hecho una fuerte apuesta por el amor, por estar y sentirse vivo, algo que últimamente le ha hecho ser noticia, más allá de la creación literaria o de su actividad ensayista y política: "Si salir en las revistas del corazón es el precio que tengo que pagar por estar con la mujer de la que estoy enamorado, lo pago", dijo recientemente el Nobel.