El documental "El ruiseñor y la noche", en el que Chavela Vargas (1919-2012) construye e imagina su pasión por Federico García Lorca, se exhibe esta tarde en Madrid, en la Casa de América, tras pasar por festivales en México, Estados Unidos, Chile y Gran Bretaña.

El director de la película, el mexicano Rubén Rojo, explica que su idea inicial nunca fue hacer una biografía en imágenes de la artista, que "justo por eso" le abrió las puertas de su casa, sino reflejar el amor que sentía por el poeta andaluz, que le ayudó a vivir los últimos meses de su vida. El documental, que se estrenó hace un año en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, México (FICG), comenzó a rodarse un año antes de que Vargas falleciera y después decidieron continuar, hasta agosto de 2014, recopilando testimonios de algunas de las personas que mejor conocieron su devoción por el poeta, como Laura García-Lorca, María Cortina, Sara Baras, Miguel Poveda o Lila Downs. Vargas fue una de las grandes voces de referencia de la música popular.