La fuerza que Malú tiene sobre el escenario volvió a quedar más que demostrada ayer en el Palacio de Deportes de Gijón. La madrileña, que lleva años con la popularidad disparada, tanto por sus éxitos musicales como televisivos, reunió en Gijón a unos 4.500 espectadores que disfrutaron por igual de su voz y su derroche físico casi sin tregua. Con una cuidada puesta en escena, enfundada en un mono negro brillante, por momentos con capa, lo que hacía un conjunto muy vistoso, melena al viento y gestos de poderío, la tímida María Lucía Sánchez Benítez -así se describía ella misma en la entrevista publicada en LA NUEVA ESPAÑA- dejó que Malú dominara el escenario de principio a fin.

Puntual, con un juego espectacular de luces que emulaban el fuego, la artista apareció para cantar "Cenizas" y siguió con "De vez en cuando". Cumplió la artista con lo que había prometido y se la vio dispuesta a sembrar el caos en la ciudad desde el inicio. Un caos que da nombre a su último disco -del que forman parte los dos temas de apertura-, publicado el pasado noviembre, y también a su gira. La vocalista, que lleva ya 13 elepés, es un huracán sobre las tablas y no tardó en saludar a Gijón con un clásico "buenas noches, que alegaría volver a veros, que alegría estar cerca de tí". Buscando la complicidad con un público que la quiere mucho, que gritaba y coreaba su nombre, Malú se sinceraba: "aunque suene repetitivo, esto se hace por vosotros".

Con sus mensajes de positividad y llegando al punto de iniciar casi una terapia musical, la artista se comprometió con todo el pabellón: "Quiero que salgáis de aquí reforzados y con ganas de luchar". Y, de seguro, con energía salió todo el mundo, incluidos muchos adolescentes que se sacudieron la tensión de la PAU de esto días cantando a pleno pulmón desde un foso repleto del equipamiento deportivo de La Guía. Un pabellón que, de nuevo, no fue el mejor aliado para que el sonido de la madrileña sonara como a ella y a su equipo les hubiera gustado.

La música volvió con su éxito "Deshazte de mí", en la que dejó al público cantar el estribillo en solitario, demostrando que pocos eran los que no se la sabían. Siguió con más animación, entonando "Te conozco desde siempre", uno de sus clásicos, para retornar a su presente caótico con "Nos sobra la ropa". Un tema donde la artista se volcó tocando dos timbales en el centro del escenario.

La madrileña, de 34 años y sobrina del desaparecido guitarrista Paco de Lucía, cerró su concierto con bises como "Blanco y negro" y "Como una flor", cuando ya se llevaban repasados casi una treintena de temas, algunos en versión popurrí. Malú hizo derroche de energía, pero alguna fuerza tuvo que guardarse porque hoy sigue su gira por el norte peninsular. Y esta noche le toca Santander.