Lo que más temía el camarero nacido en Trives, aunque vecino de Boiro (Galicia), Juan José Hermo Estévez, cuando se montó todo el revuelo en redes sociales por su incidente con el músico catalán Quimi Portet por no atender a su petición de cafè amb llet (café con leche en catalán) en un ferry de Balearia era la posibilidad de perder su empleo. Este gallego, empadronado en la aldea de Lampón, en Boiro, es la principal fuente de ingresos de una familia de seis miembros, por lo que cuando desde la empresa se anunció que investigarían lo ocurrido para tomar las medidas necesarias el miedo se apoderó de él. Tiempo después, ya con los ánimos más calmados y tras la confirmación por parte de la compañía de transporte marítimo de que su puesto no corría peligro, Juan José se pudo relajar. Fueron las peores horas en los cuatro meses que lleva trabajando para la empresa.

Ahora, con el paso de los días, él se muestra tranquilo, centrado en su trabajo y tratando de olvidar lo sucedido. Es en el seno de su familia donde ha crecido la indignación desde que Portet subiese la imagen del trabajador gallego a las redes sociales. Su hija, Laura Hermo, confirmó al diario "Faro de Vigo" el malestar con el que han vivido las horas posteriores al incidente en su casa. "Mi padre es un hombre muy tranquilo y muy trabajador, ya lo ha olvidado todo, pero nosotros sí que estamos dolidos con lo que ha hecho el señor Portet", relata Laura.

Juan José Hermo quiso pedir perdón pocas horas después del incidente. "No sé por qué le contesté eso, no estuvo bien, yo no tengo nada en contra del catalán, sólo quiero trabajar", confirmó en una entrevista en el diario "El Mundo", pero todavía no ha encontrado respuesta en el artista catalán.

Sobre si denunciarían los hechos, Laura fue tajante al afirmar que "no lo haremos porque mi padre no quiere. Él prefiere que olvidemos el tema, pero si por mí fuera sí que lo haría. No hay derecho a que se le haga eso a un trabajador honrado", señaló su emocionada hija.

Juan José Hermo lleva toda su vida dedicada a trabajar en el mar. Primero fue peón de obra, pero ya desde hace muchos años pasa embarcado muchos meses del año, la mayor parte de las veces en el extranjero. Fue hace cuatro meses, tras enviar muchos currículum y acumular una gran experiencia laboral, cuando tuvo la oportunidad de regresar a España para entrar a formar parte de Balearia. Según relata su propia hija, "para él fue una alegría inmensa porque iba a estar más cerca de su familia, y para nosotros también lo fue ya que, aunque todavía estaba lejos, al menos no estaba en el mar del Norte".

Lo que más ha dolido en el seno de la familia de Juan José Hermo fue la crueldad de algunas personas en las redes sociales. "Ya fue bastante duro ver su imagen en todos los periódicos como para encima tener que soportar los comentarios hirientes de personas que no lo conocen. Se puede ser muy injusto y muy cruel con la protección que te da un ordenador", afirmó la hija del camarero. Sin embargo, donde sí han encontrado apoyo es en su pueblo de Boiro. "Aquí todos nos conocen y saben que mi padre es un trabajador ejemplar. Nos hemos sentido muy arropados por toda la gente que se encuentra a nuestro alrededor", señaló Laura Hermo.