El Papa Francisco invitó a comer en su residencia en el Vaticano, la Casa Santa Marta, a veintiún refugiados sirios que fueron trasladados a Italia después de que el Pontífice visitara la isla griega de Lesbos el pasado abril. Se trata de familias que reciben asistencia diaria en Roma por parte de la Comunidad de San Egidio y que viajaron a la capital italiana en dos vuelos, un primero en abril, cuando el Pontífice portó en su avión a doce refugiados al finalizar su visita a Lesbos, y un segundo en junio. Jorge Bergoglio almorzó con estos veintiún refugiados sirios y conversó con ellos sobre "el inicio de su vida en Italia".