Los científicos de la NASA consiguieron contactar con una sonda de investigación solar que llevaba perdida casi dos años. La sonda Stereo-B, diseñada para trabajar en conjunción con otra similar realizando observaciones del Sol, dejó de comunicarse con la Tierra el 1 de octubre de 2014 y durante 22 meses el equipo responsable de la misión ha estado intentando restablecer contacto. La prioridad es ahora "ampliar el proceso de recuperación para evaluar la salud del observatorio, restablecer el control y evaluar todos los subsistemas e instrumentos".