El biogás viene del queso

Oviedo, M. J. I.

La subida de los precios de la energía preocupa en todo el mundo, incluso en Estados Unidos, donde el petróleo siempre ha sido abundante y barato. Los empresarios del sector alimentario no se quedan quietos ante la imparable subida de costes y agudizan el ingenio para rebajar gastos. Esta vez ha sido una empresa láctea norteamericana dedicada a la fabricación de quesos la pionera en utilizar el suero como materia prima para producir biogás.

El combustible se empleará, a su vez, como suministro energético de la fábrica, con el objetivo de reducir su consumo y dependencia energética exterior.

La planta, de la empresa John Koller & Son, en Harrisburg (Pensilvania), utilizará una sofisticada tecnología, a partir de un digestor anaeróbico, para transformar en gas el residuo de la fabricación del queso.

Vapor de agua y electricidad

La empresa piensa obtener una producción de 1,13 millones de metros cúbicos anuales de biogás, equivalentes a 780.000 metros cúbicos de gas natural. Se utilizarán para producir vapor de agua y electricidad para el procesado de la leche.

El proyecto ha salido adelante gracias a la colaboración entre el gobierno local y la fábrica quesera, especializada en productos de estilo suizo. El Gobierno Federal de Estados Unidos también ha puesto en marcha un ambicioso programa para ayudar a los agricultores, ganaderos y empresarios a producir de forma más ecológica y reducir costes.

En Europa existen también iniciativas bioenergéticas en el sector lácteo, siendo la más relevante la de la empresa alemana Müllermilch, que recientemente inauguró en su central láctea de Leppersdorf una fábrica de bioetanol. Los alemanes utilizan como materia prima el suero lácteo que se produce como residuo en la fabricación de queso, que se transforma en bioetanol por un proceso de fermentación.