Asturias aprueba su primera ley autonómica de impulso demográfico, con la única oposición de Vox

"Es una cuestión de Estado para Asturias, de ahí el interés en contar con este amplio consenso", defiende la vicepresidenta del Principado, Gimena Llamedo, tras la aprobación de la nueva norma

El marcador de la Junta General, con la votación de la primera ley demográfica de Asturias

El marcador de la Junta General, con la votación de la primera ley demográfica de Asturias

Asturias ya tiene su primera ley demográfica, que ha contado con el voto favorable de todos los grupos parlamentarios, excepto Vox. No había suspense alguno porque el PP había apoyado el dictamen semanas atrás al acordar un paquete de enmiendas, que fueron objeto de transacción. “Para este Gobierno es una cuestión de Estado, de ahí que tuviéramos interés en alcanzar un amplio consenso”, ha defendido la vicepresidenta del Principado, Gimena Llamedo. El marcador de la Junta General señaló un resultado contundente: 41 votos a favor del PSOE, PP, IU-Convocatoria por Asturias, y del Grupo Mixto, por cuatro en contra, de Vox, que ha descalificado el texto tildándolo de “bazofia”.

La diputada Alba Álvarez (PSOE) señaló la orientación “transversal “ de la ley elaborado “por el equipo de Gimena Llamedo” que, recordó, tomó como base del texto el dictamen de la comisión especial sobre el reto demográfico aprobado ya por una amplia mayoría en la anterior legislatura. “Es una ley que habla de educación, salud, infancia, del sector primario, los municipios y de políticas sociales", subrayó Álvarez. En un momento especialmente complicado para el acuerdo entre los dos grandes partidos, PSOE y PP, Alba Álvarez, destacó la disposición al consenso. “No era fácil, pero nos hemos encontrado. Es un gran acuerdo, que mira hacia el futuro de Asturias”, defendió Alba Álvarez, que señaló como una de las novedades la creación de un fondo económico para los municipios en riesgo de despoblación.

La diputada Cristina Vega (PP) enumeró una amplia lista de discrepancias con la ley de impulso demográfico, casi todas ellas con un denominador común: “La izquierda tiene urticaria a los plazos y a los compromisos”. Los populares habían presentado más de un centenar de enmiendas, “pero no nos aceptaron más de la mitad, es una pena que tras cinco años no se haya hecho una ley mejor”, afirmó Vega, que pidió por ello “perdón a todos los asturianos”, pero justificó el voto favorable porque la aceptación de más de cincuenta enmiendas “mejora algo un texto, que no es el que habría presentado el PP. Vega destacó como avances la fijación de un plazo de un año para el desarrollo reglamentario de la ley o el compromiso del apoyo a del Principado a los ayuntamientos para que puedan optar a fondos europeos, pero reprochó que no haya medidas fiscales concretas, “algo que la izquierda y Foro han preferido que quede para las negociaciones presupuestarias”.

Vox marcó distancias abismales con la primera ley demográfica de Asturias con una intervención contundente de su diputado Javier Jové. “Es una auténtica bazofia, es infumable, no aporta nada, es un pastiche lleno de términos como impulsa, abordar, fomentar, planificar”, afirmó el parlamentario del partido de Santiago Abascal, que criticó que no haya ninguna receta “para mejorar la demografía o la natalidad” y afeó que "en su artículo 3 se recoja la normalización de la llingua. ¿Qué tiene que ver con la demografía?", planteó Jové. El diputado de Vox responsabilizó al PP de "vender muy barato su apoyo a esta ley".

Xabel Vegas, de IU-Convocatoria por Asturias, trató de abordar en el primer punto del pleno “el clima tóxico” que vive la política como hemos visto estos días”, pero fue rápidamente reconvenido por el presidente de la Junta General, Juan Cofiño, para que se ciñera al debate sobre la ley demográfica. Vegas reconoció que la aprobación de una ley “no es una varita mágica”, pero celebró al amplio consenso, materialzado “en que haya ninguna enmienda reservada” de cara a la votación definitiva.

“Era una ley necesaria”, destacó el diputado de Foro, Adrián Pumares, quien no obstante advirtió que “no será el bálsamo de fierabrás” para afrontar el problema demográfico de Asturias, aunque destacó el amplio consenso para que salga adelante. Pumares reclamó que la normativa ahora “deberá contar con recursos, aunque este texto aporta cosas”. Covadonga Tomé valoró positivamente que esta ley aúne en el término “migración” tanto las referencias a la emigración como a la inmigración “para evitar el carácter peyorativo a esta última”.

La vicepresidenta Gimena Llamedo calificó de “bulos que se desmontan con hechos” la crítica de que no hay medidas de apoyo a la natalidad y a las familias. La también consejera de Presidencia citó por ejemplo la unidad del tratamiento de la fertilidad en el HUCA o el incremento de las ayudas y deducciones a las familias incorporadas en los últimos presupuestos autonómicos. Llamedo destacó que “en los últimos dos ejercios la población asturiana ha crecido y con esta ley queremos que mantenga esa tendencia”.

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