«Probablemente convenga que Asturias tenga Policía autonómica»

Marián MARTÍNEZ

Oviedo,

Fernando Lastra (Cangas del Narcea, 1958) es el portavoz del PSOE en la Junta General. Ponente de la reforma del Estatuto, se presenta como una persona defensora de la negociación hasta el límite. Pero cuando se rompe el diálogo se muestra el político cuya ironía hace que sus opositores le apliquen calificativos como «chulesco y altivo». Licenciado en Filosofía, fue teniente de alcalde en Cangas del Narcea (1983-1992) y ocupó distintas responsabilidades en la dirección de la Federación Socialista Asturiana.

-¿Es más difícil la negociación de esta reforma del Estatuto que las anteriores?

-No, es distinta. Pero parte de una situación favorable, y es que las tres fuerzas parlamentarias somos favorables a la reforma. Eso ya es una ventaja.

-En la primera reunión ya hubo un encontronazo con IU.

-Otra cosa es que encontremos dificultades en el camino, que haya puntos de vista distintos, que los hay. Pero no surgen en el momento en el que nos sentamos a reformar el Estatuto, ya venimos con ellos. Y son públicos.

-Con el PP siempre se han entendido sobre el Estatuto.

-Hay que partir de una concepción: el Estado autonómico se construyó a través de un procedimiento de grandes consensos entre posiciones ideológicas distintas. Y ser heredero de ese gran consenso facilita la sintonía con el PP.

-IU dice que ya lo tienen todo pactado el PSOE y el PP.

-No hay nada pactado. Lo que hay es que los acuerdos se ponen de relieve cada día y hay sintonía en unas cosas y menos en otras. Y quien está en una posición excéntrica, por alejada, es IU, que no ha modificado su posición en todos estos años. Afronta la cuarta reforma del Estatuto con las mismas posiciones que en las anteriores.

-¿Cuál es en su opinión la causa del desacuerdo con IU?

-Que nosotros queremos una reforma, no un nuevo Estatuto. Nosotros estamos más preocupados por los aspectos materiales de la vida de los asturianos, por la economía, las competencias que ordenan la vida, el desarrollo, el progreso, las políticas de servicios públicos, que por los contenidos espirituales o emocionales. No es que éstos no los consideremos, pero colocamos como prioritarios los otros. Es decir, en vez de estar discutiendo quiénes somos y de dónde venimos estamos más interesados en afrontar y preparar hacia dónde vamos.

-¿La capitalidad es un problema emocional o material?

-Es una cuestión que no merece la discusión que está teniendo.

-Pues hay municipios gobernados por socialistas -Pravia, Cangas de Onís- que también reclaman la capitalidad, como ha hecho el alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo.

-Lógico, es una respuesta que trivializa el planteamiento de Gabino de Lorenzo, que ha permitido ver que hay muchas más razones y tan importantes como las suyas para reclamar lo que él considera patrimonio exclusivo. Su reflexión política ha parido un ratón y ha comprometido seriamente al PP, sobre todo porque le ha faltado al respeto.

-El PP le ha respaldado.

-Ha faltado al respeto al Grupo parlamentario Popular y a la ponencia parlamentaria porque pretende condicionar una discusión en donde todas las posiciones políticas que se le ocurran a Gabino de Lorenzo pueden tener un cauce de expresión perfecto a través de su grupo parlamentario.

-Dijo que o se atendían sus peticiones o el PP no aprobaría la reforma del Estatuto.

-Es un falso debate. Él no va a exigir nada y estoy convencido de que el PP no va a caer en la ruindad a la que pretende llevarle la posición de Gabino de Lorenzo. Yo no he oído a nadie cuestionar que Oviedo es la capital de Asturias. ¿Qué discutimos?

-¿Cuál cree que es la pretensión real del alcalde de Oviedo? ¿Más dinero?

-No. Albergar las instituciones es suficientemente positivo en sí mismo como para que el Ayuntamiento de Oviedo se muestre enormemente satisfecho. Lo que está haciendo Gabino de Lorenzo con sus reclamaciones es una pérdida de tiempo que lo único que le puede producir es más melancolía de la que ya tiene. Y más tras las generales.

-¿Cree que es sólo estrategia política?

-No tengo dudas de que es más una especie de recurso un tanto ingenuo para recobrar el protagonismo que las elecciones le habían quitado o que, más bien, fue enormemente negativo. Pero resulta verdaderamente lamentable la rapidez con que uno es capaz de traicionar su propio discurso. Intentó un discurso regional con un cursillo acelerado de quince días de campaña que ha traicionado a la primera de cambio. Esto resta mucha credibilidad a los políticos impostores, y Gabino de Lorenzo es un impostor político. Lo ha demostrado.

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