La región contará sólo con uno de los diez jueces territoriales que necesita

Oviedo, L. Á. VEGA

La figura del juez de adscripción territorial es ya una realidad, cuatro meses antes de lo previsto inicialmente por el Ministerio de Justicia, pero Asturias no contará por el momento con estos funcionarios volantes. Este tipo de juez, que fue propuesto por el magistrado Agustín Azparren, titular de la Sección Primera de la Audiencia de Oviedo, en la época en que fue vocal del Consejo General del Poder Judicial, está dirigido a cubrir las bajas y vacantes de jueces y magistrados en un determinado espacio territorial, a las órdenes del correspondiente Tribunal Superior. Con ello se pretende acabar con la interinidad y reducir el efecto de la ausencia prolongada de un juez en un determinado órgano judicial. Asturias sólo contará con uno de estos jueces de adscripción territorial, cuando necesita por lo menos diez, según estima la judicatura asturiana.

El primer concurso para adjudicar plazas de jueces de adscripción territorial ya se aprobó el pasado mes de agosto. En total han salido a concurso cuarenta de estos puestos, siete en Andalucía, seis en Cataluña y Madrid, cinco en Valencia, cuatro en Canarias, dos en Baleares, Castilla-La Mancha, Galicia, Murcia y el País Vasco y una en Castilla y León y Extremadura.

Asturias ha quedado excluida de este primer concurso, pero está prevista una aplaza en una segunda convocatoria para el mes de noviembre. Según la Consejería de Justicia, el motivo de este retraso está en que se ha priorizado la creación del Juzgado mercantil de Gijón antes que el nombramiento de este juez de adscripción territorial.

Además, el hecho de que Asturias sea la región con más jueces por cada diez mil habitantes hace que la necesidad de este funcionario no sea perentoria, destaca el Principado.

En cualquier caso, Agustín Azparren, cuando presentó su propuesta en el Consejo General del Poder Judicial, estimó que la región necesitaba al menos diez de estos jueces sin plaza fija, lo que supone un 8% de los aproximadamente 120 jueces que componen la plantilla judicial asturiana. Azparren se inspiró en el ejemplo francés, donde el juez de adscripción territorial ha terminado cuajando. «Económicamente es una figura que no cuesta nada, puesto que el presupuesto para sustituciones ya está aprobado. Además, no precisa de crear nuevas plazas de funcionarios. El único inconveniente es que puede ser una plaza menos apetecible para los profesionales, que prefieren una plaza en propiedad», indicó el magistrado Azparren.

Sobre el retraso en la salida a concurso de esta plaza, Azparren se mostró comprensivo. «Hay necesidades en la justicia asturiana, pero no son tan preocupantes como las que se registran en otras regiones, como Canarias, Cataluña o Levante». Y añadió que «aparte de contar proporcionalmente con el mayor número de jueces, la plantilla asturiana es de las más estables y afianzadas del país, con pocos movimientos».

La existencia de un juez territorial evitará ausencias prolongadas de jueces, cuyas plazas tardan en cubrirse debido a los largos trámites que se precisan. Con la existencia de un juez volante en la región, no será preciso convocar concursos para proveer plazas, ya que la sustitución será automática. El problema vendrá cuando coincida más de un juez de baja o cuando se produzcan varias vacantes.