Las montañas asturianas de Etiopía

Mónica Valdés y Carlos Venaes son dos jóvenes asturianos, titulados por la Escuela del Deporte de Avilés como guías de montaña, que han puesto en marcha un proyecto innovador e ilusionante en Wukro, una población al norte de Etiopía, el país con mayor número de montañas de África, aunque no tengan las cumbres más altas. El próximo año pondrán en marcha en la Escuela de Saint Mary, que dirige el padre Ángel Olaran, el primer curso de guías de montaña y de turismo para jóvenes de la localidad, una actividad en la que también participan otros montañeros asturianos, así como una maestra, una enfermera y una ingeniera de montes, entre otros.

El padre Ángel Olaran estuvo ayer en Oviedo para denunciar la precaria situación que padece la numerosa población en África. En el acto estuvo acompañado por varios de los miembros de la ONG No Te Olvidaré (NTO-Asturias), quienes desde 2012 han viajado a Wukro para colaborar con el misionero y sus proyectos de ayuda a la población.

"El médico leonés Javier Varela fue quien fundó la ONG. Él conoció a otro leonés que se dedica al parapente y éste se puso en contacto con Mónica Valdés, que se formó conmigo como guía de montaña en la Escuela del Deporte de Avilés. De Mónica partió la idea de formar a jóvenes como guías de montaña y turísticos en Wukro. Luego se fueron uniendo más personas de Asturias y, desde 2012 hasta hoy, ofrecimos algún curso piloto para conocer la reacción de los jóvenes", explica Carlos Venaes.

La respuesta tanto de los jóvenes como de las asociaciones juveniles, del propio Ángel Olaran, de las autoridades etíopes o la Oficina de Turismo local fue de total apoyo a este proyecto de la delegación NTO-Asturias, de tal forma que el próximo año, en abril, viajarán de nuevo a Wukro para hacer la selección de los primeros estudiantes. En octubre se iniciará el primer curso para guías de montaña, con un duración de seis meses.

Tanto Mónica Valdés como Carlos Venaes y el resto de los miembros del grupo que viajarán a Etiopía se mostraban ayer muy satisfechos con este logro. "Somos amantes de la montaña y desde nuestra pequeña parcela queremos transformar el mundo y, por qué no, hacerlo ayudando a las personas a que vean que el lugar en el que viven tiene potencial. Les formaremos para que sean ellos, y no otros, los que muestren sus montañas y sus recursos", añadió Venaes. Mónica Valdés destacó que esa formación contará con varias disciplinas propias de la montaña así como otras, como el respeto al medio ambiente, cómo realizar unos primeros auxilios y poner en valor la naturaleza de la zona. "Para los etíopes es difícil ver la montaña como un recurso turístico del que vivir, pues para ellos es un lugar agreste al que hay que subir o bajar el ganado. Les chocaba ver la montaña como un elemento de creación de empleo". Lo que no cabe ninguna duda es que la escuela de guías de montaña de Wukro, en Etiopía, tendrá sello asturiano, "sello reconocido de montaña asturiana", añade Carlos Venaes con emoción y orgullo al mismo tiempo.