Un osezno macho y de tan sólo cuatro meses fue hallado ayer por un excursionista en una senda del entorno de la Llamera, en el Parque Natural de Somiedo. El esbardo, que fue recogido por un guarda de la Patrulla Oso del Principado de Asturias, no presentaba ninguna lesión aparente a la espera de que se realice una necropsia para conocer las causas de su fallecimiento. Del cadáver se ha hecho cargo el Gobierno autonómico.

Según la Fundación Oso Pardo (FOP), posiblemente el pequeño animal saliese hace escasos días de su osera, como es habitual en estas fechas. "Seguimos en plena temporada de celo de los osos y es normal que las hembras con crías busquen lugares muy abruptos para refugiarse de posibles ataques de machos infanticidas", explica la ONG, que cree que la muerte del osezno puede deberse a causas naturales.