El Principado se aferra a la vigencia de su acuerdo con la coalición

El Gobierno del Principado pisa con cautela, midiendo los pasos, el terreno inestable de la precampaña electoral. La primera respuesta del portavoz del Ejecutivo regional a la materialización del acercamiento entre IU y Podemos, y a las reticencias a los términos del acuerdo manifestadas desde la dirección asturiana de la coalición, dice que mejor no hablar de lo que hacen los demás. Pero aun sin evaluar las decisiones que adoptan "dos fuerzas políticas autónomas", Guillermo Martínez sí invoca, por si acaso, la vigencia del acuerdo de investidura entre PSOE e IU que el verano pasado hizo presidente a Javier Fernández y que hoy por hoy constituye el único apoyo parlamentario del grupo que sostiene al Ejecutivo.

La conveniencia electoral aproxima a dos partidos que han tenido una actitud muy diferente frente al Ejecutivo regional, altamente beligerante la de los morados, de respetuosa vigilancia la de la coalición. Al Principado, en esas circunstancias, no le cabe más que protegerse tras los acuerdos y la palabra dada frente a una posible afección a la gobernabilidad. Martínez responde a la pregunta sobre las posibles repercusiones que esa confluencia pudiera tener sobre la estabilidad del Gobierno aferrado a la convicción de que el pacto no se resentirá aunque IU camine hacia las generales de junio de la mano de Podemos. El consejero de la Presidencia asienta esa confianza en la certeza de que "los propios dirigentes de IU han subrayado la validez de este acuerdo" y reafirma, de su lado, "el compromiso del Gobierno para cumplir el pacto escrupulosamente, porque está vigente en todos sus extremos".