La "punta de lanza" de la OTAN continúa en alerta, aunque como unidad de apoyo

Alguien que no cabía ayer de orgullo era Rogelio González González, jefe de cocinas del acuartelamiento de La Belga, al que ayer nombraron "Cabo de honor" del regimiento, una distinción que quiere entroncar con el recuerdo del "Cabo Noval" -el soldado asturiano que perdió la vida en África en 1909 en un acto de entrega heroica- y distingue a aquellos que han prestado su apoyo a la unidad. En el caso de Rogelio González se quiere premiar el esfuerzo por renovar los platos que se sirven en el cuartel y mejorar su calidad, de forma que, según el tribunal que le concedió la distinción, el cocinero ha convertido el menú del "Príncipe" en uno de los mejores del Ejército español. También fue nombrado "Cabo de honor" la Asociación Histórico-Militar Retógenes, en la persona de su vicepresidente, Jesús Dolado, por la donación de la bandera coronela del regimiento, entre otras.

En el capítulo de condecoraciones, resalta sobre todo las Encomiendas de la Orden de San Hermenegildo recibidas por los tenientes coroneles Fernando Cano Artero y David Cuesta Vallina. El primero, madrileño, es jefe del batallón "San Quintín", y ha pilotado su incorporación de la brigada de alta disponibilidad de la OTAN, y mandado la unidad durante las maniobras desarrolladas en Polonia. Cuesta Vallina, destinado el Mando de Operaciones, fue oficial de enlace en el Estado Mayor de las Fuerzas Francesas en Yibuti. En el "Cabo Noval" estuvieron presentes el Delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, el presidente de la Junta, Pedro Sanjurjo, y el Delegado de Defensa, coronel Vicente Bravo Corchete, entre otras autoridades de la región.