Javier Fernández afirma que la transición hacia una economía sin carbón debe ser progresiva

El presidente del Principado, Javier Fernández, ha afirmado que la quema de carbón es una actividad contaminante, "entreverada además de inefiencias", pero ha señalado que la transición hacia una economía descarbonizada debe ser progresiva, "sin provocar la muerte rápida de sectores ya castigados y maltrechos".

Así se ha expresado el jefe del Ejecutivo autonómico en la entrega del XVI Premio Fundación Banco Sabadell a la Investigación Económica, celebrado este martes en Oviedo. En el acto ha señalado que es fácil concluir que las emisiones deberían reducirse muchísimo más y con urgencia, "pero no habrá responsable público que no sopese las consecuencias de decisiones de ese tipo sobre la economía de su territorio y sobre los niveles de empleo y bienestar de la ciudadanía".

Por eso, ha indicado que el futuro de Asturias pasa por saber conciliar adecuadamente pujanza industrial con protección del medio y que "el auge de un renacido discurso contra la industria es un peligro para nuestro desarrollo". "Por eso estamos desplegando tantos esfuerzos para favorecer esa convivencia entre industria y calidad ambiental", ha sentenciado.

El jefe del Ejecutivo asturiano ha indicado que España ha asumido los compromisos del Acuerdo de París de 2015 para reducir las emisiones que contribuyen al calentamiento climático. "Todos compartimos que la regulación, la vigilancia y la sanción corresponden a los poderes públicos. Ahora bien, la pregunta que debemos plantearnos es hasta qué punto debe llegar la intervención", se ha cuestionado.

Así, el presidente del Principado ha afirmado que ni todos los gobiernos estatales mantienen el mismo criterio respecto al calentamiento ni toda la humanidad vive en la misma franja de desarrollo, "y ambas circunstancias son condicionantes decisivos".

Sobre la aparición de otros tipos de energías, Fernández ha señalado que no hay "nada en mí" contrario al mercado ni la competencia, "pero lo que pido es que se tenga en cuenta que el mercado de la energía tiene muchas deficiencias. Al menos en España, dudo que a alguien se le ocurra ponerlo como ejemplo de buen mercado; si nos ceñimos al eléctrico, más bien enseña deformaciones propias de los oligopolios", ha sentenciado.

"Aunque pensemos que el gobierno puede intervenir en los sectores estratégicos a través de las empresas con poder de mercado, la experiencia española nos muestra que a menudo fueron las empresas con poder de mercado las que intervinieron en los sectores a través del gobierno", ha opinado el presidente asturiano.*