A los asturianos les gusta dejarlo todo bien atado antes del momento de la muerte. Al menos así lo reflejan varias estadísticas que señalan al Principado como una de las comunidades en las que mayor calado tiene el llamado seguro de decesos, una póliza que el beneficiario va engordando en vida con el pago de sus correspondientes cuotas para que cuando le llegue la hora su familia se despreocupe de los gastos y del papeleo que acarrea el sepelio, y que sea la aseguradora la que se encargue de costes y trámites. Pero no se queda ahí su previsión, Asturias también es una de las provincias donde más testamentos se hacen, por encima de otros territorios más poblados. Las herencias también quedan bien atadas.

Según las cifras que acaba de divulgar la Asociación Empresarial del Seguro (Unespa) con motivo de la celebración del día de Todos los Santos, el 64,1% de los asturianos tiene contratado un seguro de decesos. Al Principado sólo le supera en este ranking Extremadura (70,2%).

Un seguro de decesos tipo cubre, generalmente, todos los gastos desde que se produce la muerte hasta que el cadáver es enterrado o incinerado. Es decir, los costes del féretro, el servicio religioso, el pago del tanatorio, las flores y, en algunos casos, hasta la factura del taxi para que los familiares más próximos acompañen al difunto entre la iglesia y el cementerio. Todo depende de lo que se haya pagado en vida y del tipo de sepelio que se quiera.

Contratar uno de estos seguros cuesta entre 30 euros al año en las compañías más económicas y más de 100 euros anuales en las más caras. Las hay, además, que permiten al asegurado pagar menos cuando se es joven y que la cuota se vaya incrementando a medida que la hora de la muerte se acerca.

Pese al paso de los años el número de pólizas no para de crecer. Unespa asegura que el de decesos es el seguro con una mayor implantación en el país, por detrás sólo del de automóviles.

Sólo en Asturias había al cierre del año pasado 282.391 pólizas de decesos contratadas. Eran 2.214 más que un año antes. El crecimiento no es demasiado abultado, y hay comunidades donde la contratación de estos seguros creció mucho más; pese a todo, el Principado sigue manteniendo su hegemonía dentro de este mercado.

Unespa señala, para resaltar la importancia de esta póliza, que durante el año pasado el sector asegurador se hizo cargo del funeral de 243.000 españoles. "Es decir, del 60% de los fallecidos que hubo", apunta en su estudio. La patronal también destaca el alto porcentaje de jóvenes, menores de 30 años, que tienen contratado este seguro. En torno al 30% de la población.

Una situación similar se vive en las notarías con los testamentos. Los asturianos quieren dejarlo todo bien atado antes de que llegue el fatídico día de la muerte. Sólo durante el primer semestre del año se firmaron en la región 9.067. Son 700 más que en el mismo periodo del año anterior, y una cifra bastante más elevada que la que registran otras comunidades más pobladas o con un número de habitantes similar, como Aragón, Extremadura, Navarra o Baleares.

El Consejo General del Notariado, que es el que distribuye estas cifras, asegura que hacer un testamento es extremadamente sencillo. "Basta con acudir al notario con el carné de identidad", apuntan. Y bastante económico. "Sólo cuesta entre 38 y 50 euros", explican. A cambio se evitan líos con la descendencia.