La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Podemos percibe un ambiente de "Gobierno amortizado", sin miedo a la prórroga

Los Presupuestos llegan mañana a la Junta entre el recelo de la formación morada: "Es fácil que no les toque la lotería"

Podemos percibe un ambiente de "Gobierno amortizado", sin miedo a la prórroga

Les dijeron "compren lotería, que igual les toca". Estirando el juego como metáfora de los esfuerzos en la negociación del presupuesto de 2018, ahora en Podemos dicen que siguen vendiendo billetes, pero que el Gobierno del Principado "ha renunciado a una serie muy importante, la de las escuelas infantiles, y de las demás no está comprando boleto. Es fácil que no les toque nada". Después de casi mes y medio de reuniones, y sobre todo de dos negociaciones presupuestarias fallidas, en la formación morada perciben en ésta "menos tensión" al otro lado de la mesa, una distensión tras la pugna interna en el PSOE, un "ambiente de Gobierno que se sabe amortizado, de gente que se ve en la recta final y no se reconoce demasiado obligada" al acuerdo. Como si la amenaza de la prórroga presupuestaria pesara de pronto un poco menos.

Dilatando el símil, dirían que no quieren el "Gordo" -"no pedimos la luna"-, que hay pedreas, pero que no perciben respuestas satisfactorias a casi ninguna de la batería de sugerencias que pusieron sobre la mesa. En esas circunstancias, el proyecto de presupuesto del Gobierno llega mañana a la Junta un poco como los anteriores, sin que las conversaciones hayan desatado el entusiasmo de los interlocutores elegidos y Podemos e IU en los papeles de recelosos desconocedores de los grandes números del borrador. Los morados, en la tentativa de un acuerdo inédito e insólito con el PSOE, dicen haber jugado la negociación a cinco bazas -el ingreso de las guarderías en la red pública, la lucha contra la corrupción, las plantillas sanitarias y las políticas de vivienda y empleo- y con la cuenta atrás activada sin avances significativos, a día de ayer seguían sin vislumbrar "garantías". Hay quien empieza a intuir al fondo la sombra de la reedición del desencuentro que hace dos años terminó con el Gobierno retirando el proyecto para evitar la escenificación parlamentaria de una derrota segura. De momento, el día del registro en la Junta se acerca sin apoyos, igual que a estas alturas hace un año y hace dos, con la salvedad de que esta vez ha quedado expresamente cegado el camino de la derecha, la vía del acuerdo fiscal con el PP que dio luz verde a las cuentas en 2016, y que el de la izquierda -que no se culmina desde que existe Podemos- vuelve a ser largo y empinado.

En la parte que le toca a Podemos, enfrentando la síntesis de la divergencia por uno de sus flancos más controvertidos, su portavoz, Emilio León, lamenta que a su propuesta de incorporar las escuelas para menores de tres años al entramado educativo público "nos digan que van a ampliar la red y que eso se resuma en abrir dos escuelas", o que "no nos hayan dado ni un solo dato de por qué no es asumible el coste de la integración". Es "ridículo", sigue, que a la queja de que el servicio de empleo "sólo participa en la intermediación del 2% de los contratos" "el Gobierno responda proponiendo reforzar la plantilla con 27 orientadores de la bolsa de trabajo del ente tributario, es decir, ya contratados". Tampoco ve "nada de nada" en cuanto a la inclusión de cláusulas sociales en la contratación pública y poca cosa en la propuesta de subir medio millón las partidas para reparar viviendas públicas. Para duplicar el parque público de aquí a 2030, Podemos sugiere un nuevo modelo de aliento del alquiler, previa negociación con los constructores para "movilizar" su stock de casas sin estrenar, previo arbitrio de fórmulas que den seguridad a arrendadores e inquilinos.

Lamentan también que su propuesta sanitaria, sus 430 nuevas plazas, no haya inducido una contraoferta de "cambio de gestión", pero hay un "ámbito en el que dicen estar dispuestos". En la creación de una unidad anticorrupción hay voluntad de palabra, pero con la salvedad de un "encaje legal" del que también recelan.

Compartir el artículo

stats