La Junta General del Principado sirvió ayer para ordenar las posiciones alrededor del centro. Para aclarar dónde está cada cual en cuanto a lo que cabe hacer con el centro de Asturias. El proyecto de ordenación del área metropolitana entró en el parlamento para confirmar que sólo el PP se opone absolutamente, que Foro y Podemos tienen sus dudas y que el bando de la apuesta sin fisuras acumula a tres grupos de seis, mayoría suficiente con PSOE, IU y Ciudadanos. El asunto se debatió dos veces ayer en la sesión de orientación al Gobierno en la Cámara autonómica, y en ambas salió adelante la versión más favorable al desarrollo del asunto.

Se aprobó primero una sugerencia de Ciudadanos que pide el impulso por ley, aunque no será de modo inmediato, y que descabalgó en ese punto a Podemos, que se opuso por su incapacidad de ver clara la necesidad de articular el proyecto en la Junta y con rango legislativo. Triunfó también a continuación, con otros actores, una propuesta de IU que requiere del Gobierno un acuerdo con los municipios, con la Universidad y la sociedad civil, para la definición de los pormenores principales de la estrategia, la gobernanza, la delimitación, el plan de movilidad, las gestiones conjuntas de servicios y del urbanismo... La votación de esta propuesta incorporó a Podemos, pero dejó por el camino a Foro, disconforme con la hoja de ruta que para la construcción de la conurbación quiere marcar la coalición. El resultado es el asentimiento, por completo o con matices, de todos los grupos de la Cámara excepto del PP, solo en el no sin paliativos, el único que votó negativamente a las dos iniciativas planteadas ayer.

Los que sí quieren acordaron ayer hacerlo por ley, pero el grupo socialista incorporó vía enmienda el matiz de que ese apuntalado normativo de la arquitectura del área central ha de ser "el punto de llegada, no de partida", en todo caso la culminación de un proceso que antes de llegar al parlamento ha de atender al mantra del Gobierno de ser construido por los municipios. A este planteamiento, hecho por Ciudadanos y corregido por el matiz del PSOE, dieron su asentimiento sus votos y los de IU y Foro. Podemos, su diputado Héctor Piernavieja, utilizó el ejemplo del fracaso reiterado del área metropolitana de Vigo para decir que "no sé si quiero que esto termine en una ley" hecha desde la Junta. "Puede que sí, pero no es necesario", afirmó tras repasar todas las veces que los vaivenes políticos hicieron descarrilar la conurbación del entorno vigués. "Dejemos hacer a los ayuntamientos y no nos demos tanta prisa por salir en la foto", remató queriendo quitarse de en medio. Después de todo, según la ruta propuesta por Ciudadanos, y dada de paso ayer, el parlamento exige al Gobierno que le dé cuenta de todos los pasos hacia la edificación del área metropolitana e incluya al final de su agenda política una ley.

Eso es la letra de lo aprobado. La música son IU, el PSOE y Ciudadanos cantando alabanzas a las economías de escala y a las ventajas en la captación de ayudas europeas que ofrece la gestión conjunta del área. También algunas disconformidades puntuales de Podemos y Foro y el no permanente del PP. "Esto es una acción electoral, el debate se consume en sí mismo", dijo el diputado popular Rafael Alonso después de repetir que a juicio de su grupo la organización de la Asturias urbana "no necesita ninguna estructura administrativa nueva", que bastan "las herramientas que tenemos" y la cooperación entre administraciones para "buscar la eficiencia de los servicios". Criticó los vaivenes del PSOE sobre el sistema de gobernanza y los límites de la conurbación y fue duro con el intento de "colarnos el globo sonda de Sogepsa" como apoyo técnico en la futura gestión del urbanismo en la zona, cuestión ésta con la que también Foro se mostró en abierta disconformidad.

El caso es que el área metropolitana atizó el debate político en el hemiciclo, reavivando viejas y nuevas tensiones. El PSOE, Nino Torre, reprochó la falta de responsabilidad y la "estrategia kamikaze" de un PP al que ve "contra todo y contra todos", enfrente de un proyecto que "genera un consenso enorme en toda la región". El PP también aprovechó esta ocasión para la erosión de su nuevo adversario principal y además de recordar que el área central ya rebrotó en época preelectoral en tiempos de Vicente Álvarez Areces (2007) recriminó a Ciudadanos su apoyo al "modelo comunista", por el que patrocina IU.