Asturias es la cuarta comunidad autónoma con peor atención a sus dependientes, según el XIX dictamen del Observatorio de la Dependencia que realiza la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales. En 2017 había ocupado el sexto puesto por la cola. Pero no solo eso. Es que es además una de las que más ha empeorado en los últimos años. Peor que el Principado solo se colocan Canarias, Cataluña y Baleares. Y no solo eso. Los servicios a la dependencia que crecen son "low cost", los de bajo coste: teleasistencia y ayuda a domicilio.

Los datos del Observatorio de la Dependencia son demoledores para el Principado, cuando hace años lideraba la atencion a sus dependientes. El número de personas atendidas en el último año solo aumentó el 3,8 %, cuando la media nacional se situó en el 10 %.

Asturias ha conseguido mantener por debajo de la media del país la tasa de personas que teniendo reconocida la dependencia, no recibe asistencia, lo que los técnicos denominan "limbo". Pero según el informe, esto se explica porque tres de cada cuatro nuevos servicios son de "bajo coste", como consideran la asistencia y la ayuda a domicilio. Estos servicios representan ya el 22,6 por ciento del total, mientras que en el conjunto del país la media es del 3,96 por ciento.

Gustavo García, coordinador de estudios de la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales, también indicó como "preocupante" el número de valoraciones que están pendiente, y que se incrementa por segundo año consecutivo. E insistió, de nuevo, en que además el Principado es "muy estricto" en las valoraciones que realiza. Esto explicaría, en parte, que sea la cuarta comunidad con menos solicitudes en relación a la población potencialmente dependiente.

Otro aspecto negativo es la creación de empleo. El año pasado se crearon en el Principado 31 puestos de trabajo por cada millón de euros invertido, cuando la media nacional es de casi 38. En conjunto, en Asturias se crearon 242 nuevos empleos, mientras que en otras comunidades autónomas, como Aragón, superaron los 800 (unos 2.400 en los últimos tres años), una comunidad que según Gustavo García es parecida por número de habitantes y tasa de envejecimiento.

En el extremo contrario a Asturias se sitúan Castilla y León, con una nota de 9,3; Castilla-La Mancha, con un 8,2, y La Rioja, que obtiene un 7,1, y lideran la clasificación, que se basa en 14 indicadores sobre la implantación y el desarrollo de la Ley para la Autonomía personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia: beneficiarios, solicitudes, lista de espera o 'limbo', equilibrio entre prestaciones económicas y servicios, incremento interanual de atendidos, transparencia, información a tiempo real o empleo generado, entre otros aspectos.