El reconocido catedrático y abogado penalista asturiano Miguel Bajo Fernández, especialista en Derecho económico, falleció en Madrid a los 74 años tras padecer una larga enfermedad. Fue profesor de Derecho del Rey Felipe VI y participó en algunos de los casos procesales más sonados y conocidos de las últimas décadas, como Gürtel y Rumasa, entre otros muchos. Académico honorario de la Real Academia Asturiana de Jurisprudencia, en su currículum figuraban numerosos reconocimientos y publicaciones en España y en Hispanoamérica, donde también era una referencia.

Miguel Bajo Fernández nació en Oviedo en 1945, y se licenció en Derecho en la Universidad de Oviedo en 1967 con premio extraordinario de licenciatura, que repitió en el Doctorado en la Universidad Autónoma de Madrid con sus tesis "El parentesco en el Derecho penal". Posteriormente se trasladó a Alemania para ampliar sus conocimientos en el Instituto Max-Planck de Derecho penal extranjero e internacional.

El profesor es autor de "Derecho penal económico aplicado a la actividad empresarial", publicado en 1978 y considerada la primera obra completa y sistemática en castellano. También es el autor del "Manual de Derecho penal-Parte especial", "Los delitos de estafa" y "Tratado de la responsabilidad penal de las personas jurídicas".

Catedrático de Derecho Penal en la Universidad Autónoma de Madrid, como abogado fundó el gabinete jurídico Miguel Bajo en 1980, que posteriormente se convertiría en la firma Bajo & Trallero Abogados.

El profesor, firme defensor de la eficacia del Derecho penal económico, se mostró crítico con la reforma del Código Penal del 2010, que introdujo la responsabilidad de las personas jurídicas, cuando él defendía que el castigo debía ser por actos propios y no por los ajenos. También era partidario de la prisión permanente revisable para los delitos de mayor gravedad.

Miguel Bajo Fernández participó en casos tan importantes como los de Banesto, Bankia, las Torres Kio, Rumasa, Ibercorp, Gescartera y Gürtel. También defendió a Ramona Maneiro, la compañera del tetrapléjico Ramón Sampedro -primer caso conocido de eutanasia en España- que finalmente no fue procesada. En este caso en concreto, señaló en una entrevista en LA NUEVA ESPAÑA que lo que más le había importado en este caso era "la defensa de la autonomía del paciente frente a la ley".

El profesor Bajo Fernández también ejerció la defensa de Bárcenas, a la que renunció porque, según explicó en esa misma entrevista, el político trató de defenderse sin su consejo y la separación entre ambos "era absoluta". "Él mismo se metió en el pozo de la corrupción con los papeles que presentó ante algunos medios", dijo. Y añadió que "prefirió la venganza y la pasión para defenderse".